Violaciones de derechos humanos en el desembarco de China en Latinoamérica
La FIDH denuncia incumplimientos en una veintena de proyectos
Desde que China entró en Latinoamérica, a través de proyectos extractivos de materias primas y ahora también de infraestructuras, fue acumulando un rol cada vez más relevante. Ha creado empleo y, sobre todo, ha mantenido la llegada de flujos de inversión en un momento complicado. Pero el maná de Pekín también tiene una cara amarga: el incumplimiento de sus obligaciones en materia de derechos fundamentales en esos proyectos, tal y como constata la Federación Internacional de Derechos Humanos (FIDH) -que agrupa a casi 180 ONG de todo el mundo- en un informe presentado esta semana. “Las violaciones de derechos humanos en que incurren las compañías chinas no constituyen hechos aislados, sino que demuestran un patrón de comportamiento recurrente caracterizado por el irrespeto de los derechos fundamentales y de los derechos económicos, sociales y culturales internacionalmente reconocidos”, subrayan los técnicos de la FIDH tras haber recorrido 18 explotaciones mineras, petroleras e hidroeléctricas localizadas en cinco países de la región: Argentina, Brasil, Bolivia, Ecuador y Perú.