España estremecida por un “clan policial mafioso”
El excomisario Villarejo es uno de los actores clave en las llamadas “cloacas del Estado” ❚ Ahora está preso, pero guarda grabaciones comprometedoras
Sus grabaciones han comprometido a personalidades influyentes, hasta en lo más alto del Estado. En prisión desde hace casi un año, un expolicía estremece a España, donde el Gobierno rechaza ceder ante un “chantajista”.
Comisario retirado de 67 años, de contextura robusta y gafas, José Manuel Villarejo es identificado como uno de los actores clave en las llamadas “cloacas del Estado”.
LA FRASE Si Villarejo empieza a contar las cosas del PSOE los hunde, igual que si cuenta cosas del partido PP.
“Villarejo dirigía una policía paralela que trabajaba para manipular la justicia, destruir causas judiciales, al servicio de sus clientes, las grandes corporaciones y los multimillonarios”, resume el periodista Carlos Enrique Bayo sobre este personaje, que entró en la policía en 1973, dos años antes de la muerte del dictador Francisco Franco.
Pero lo “más escandaloso” es que él “es la punta del iceberg de un entramado del Estado que se creó precisamente al final de la dictadura, cuando empezó la transición (a la democracia, en 1975) y que ha sobrevivido 40 años”, señala Bayo, exdirector del periódico de izquierda Público, que divulgó desde 2015 revelaciones sobre el papel del comisario.
Villarejo está en prisión preventiva desde noviembre de 2017, pero todos aquellos que lo frecuentaron pueden sentirse inquietos, ya que durante décadas grabó secretamente a políticos, jueces, empresarios y policías, con los que compartió comidas y confidencias.
Es el caso de la actual ministra de Justicia Dolores Delgado. En una conversación recientemente difundida, la entonces fiscal trataba de “maricón” al actual ministro del Interior o señalaba a magistrados de haber frecuentado a menores de edad en Colombia.
El comisario archivaba todo y los investigadores le confiscaron “más de 20 terabits de informaciones” equivalentes “a tres meses de emisión ininterrumpida de cualquier cadena de radio”, indicó la ministra Delgado en el Congreso.
Ante llamados a Delgado para que dimita, el presidente del Gobierno, el socialista Pedro Sánchez, garantizó que “no nos va a marcar la agenda política un corrupto” y un “chantajista”.
Citando a la fiscalía anticorrupción, Delgado fustigó a su vez al “clan policial mafioso de Villarejo” por intentar “influir en la política nacional de seguridad” apoyándose “en funcionarios y cargos policiales, medios de comunicación y personas al servicio de la administración de justicia”. Además, reprochó a la derecha haberlo utilizado, protegido y decorado.
Villarejo es sospechoso de haber participado en una “operación Cataluña”, bajo el precedente gobierno del conservador Mariano Rajoy, dedicada a “fabricar informaciones fraudulentas” contra los partidos independentistas de esa región y “contra el grupo de oposición Podemos”, según Delgado.
“Si Villarejo empieza a contar las cosas del PSOE (Partido Socialista, en el poder desde junio) los hunde, igual que si cuenta cosas del PP (Partido Popular, su antecesor en el gobierno) los hunde”, asegura Bayo.
Ni el rey emérito Juan Carlos se libró. En grabaciones de Villarejo divulgadas en julio, la supuesta examante del monarca Corinna zu Sayn-wittgenstein afirmaba haberle servido de testaferro para ocultar parte de su patrimonio.
EL DETALLE El periodista grabó, en 2017, a Villarejo señalando que si a los diputados lo obligaban a comparecer “tendrían problemas”.