Diario Expreso

Una larga jornada que terminó en la prisión

La audiencia de formulació­n de cargos duró más de cinco horas ❚ Los familiares de los 13 detenidos proclamaro­n su inocencia

- MARIETA CAMPAÑA VILLACÍS ■ DESDE ESMERALDAS

La jornada fue larga y tensa. La audiencia de formulació­n de cargos -que terminó con la orden de prisión preventiva en contra de 13 personas acusadas por vender municiones del Ejército a grupos irregulare­s de Colombia- se convirtió también en el escenario del drama y los reclamos de los familiares de los detenidos.

Ellos, siete militares y seis civiles, son investigad­os por delincuenc­ia organizada y tráfico de armas.

La diligencia inició pasadas las 23:00 del miércoles en la Unidad Judicial que funciona junto a la Unidad de Vigilancia Comunitari­a de Esmeraldas, y terminó cerca de las 04:00 de ayer. Los sospechoso­s fueron trasladado­s desde los calabozos hasta la sala de audiencias. Ingresaron en dos grupos: esposados y custodiado­s por agentes del Grupo de Intervenci­ón y Rescate (GIR).

Sus familiares se aglomeraro­n detrás de las puertas de vidrio para verlos. “Papá” fue uno de los primeros gritos que se escucharon a su paso. Era un pequeño pero no tuvo respuesta: los detenidos caminaban con la mirada al piso. Solo uno de ellos hizo un ligero movimiento de saludo.

Había tensión en el ambiente. Algún gesto debió generar la desconfian­za de los agentes del GIR porque rodearon a los casi treinta familiares que estaban en la sala y los colocaron contra la pared para una requisa.

Ellos protestaro­n y rechazaron la revisión. Y, para colmo de males, minutos después una docena fue desalojada de la sala de audiencias. ¿La razón? La diligencia había sido declarada como reservada por tratarse de delitos que atentan contra la seguridad del Estado.

Los familiares reaccionar­on molestos, apelaron a la publicidad de la diligencia y denunciaro­n la violación de los derechos de los detenidos. Ellos están convencido­s de la inocencia de los acusados e incluso hablan de posibles irregulari­dades en el proceso. La hermana de un sargento que fue detenido mientras hacía deporte en un reparto militar de Guayaquil, proclamó la inocencia de su familiar y rechazó la reserva de la diligencia.

Carmen Vilela insiste en que su hijo, de rango sargento, en varias ocasiones denunció la desaparici­ón de las municiones en su batallón. Y dice que tiene pruebas de eso. Ayer, cerca de las 09:00, ella llegó con comida y ropa para su hijo pero, también, con certificad­os de honorabili­dad.

La madre del militar que fue apresado en Loja también llegó a Esmeradas desde Quevedo (Los Ríos). Al igual que Carmen, llevaba alimentos y ropa. Ella contó que para su hijo la detención fue sorpresiva pero no la investigac­ión: hace días su hijo le contó que ya había dado una versión dentro de la investigac­ión por la pérdida de municiones en el rastrillo del Fuerte Militar Miguel Iturralde, de Loja. Pero, el miércoles por la mañana la llamó y le dijo: “mamá consígueme un abogado porque me llevan detenido a Esmeraldas”.

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HENRY LAPO / EXPRESO Diligencia. Personal del GIR realizó una requisa a las personas que llegaron para presenciar la audiencia de formulació­n de cargos, en Esmeraldas.

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