El camarón es tecnológico
Cargill inaugura su planta robotizada, la más moderna de América Latina ❚ Con aplicaciones digitales se controlan remotamente las camaroneras
El camarón sigue sobre el banano, y aquello no es casual. En los ocho primeros meses del año que corre facturó en valores FOB -puesto sobre muelle- un poco más de 2.170 millones de dólares.
Una industria cargada de tecnología ha llevado al camarón a la gloria mundial. Por su calidad se ha posicionado en los más exigentes mercados.
Ángel Gómez, director general de Cargill Aqua Nutrition, habla para Diario EXPRESO unos días antes de empezar a probar una planta hecha en Durán con tecnología holandesa, estadounidense, asiática y latinoamericana. Una fábrica que costó $ 65 millones, en donde la mano del hombre no tiene contacto con el alimento balanceado que se despacha a las camaroneras y donde robots amarillos empacan decenas de sacos en minutos.
LA CIFRA $ 42 MILLONES más que el banano se exportó de camarón en el periodo enero-agosto de 2018.
Esta inversión no solo le permitirá a Cargill la posibilidad de hacerse del 20 % del mercado local, con sus 165.000 toneladas de capacidad, sino incluir una marca o dieta que Gómez llama de “élite”, porque ayuda al camarón a hacerle frente a las más destructivas enfermedades. “Es la planta más moderna de Cargill y una de las más modernas del mundo en nutrición de camarón”. En América no hay otra igual.
La innovación apunta hacia un cambio que se está haciendo ya en las camaroneras: el modelo intensivo -o semintensivo-, que no es otra cosa que sembrar más larvas por cada hectárea. Eso obliga también a tener un control sustancialmente mayor en las piscinas, ya que a más individuos por metro cuadrado más riesgo de estrés, enfermedades y ataques de virus y bacterias.
Carlos Aguilar, principal de Aquametrics y Biomasa, se alinea en la posición tecnológica con la incorporación, este año, de equipos de origen europeo que monitorean la calidad del agua, el ambiente en el que vive en camarón, y que es la clave para tener buenos niveles de sobrevivencia de animales.
Los aparatos, equipados con sensores, miden niveles de oxígeno, salinidad, temperatura, ph, dióxido de carbono. La información llega con alarmas en el sitio o a través del teléfono celular, correo y otros sistemas digitales.
A esto se une el cada vez más común uso de monitoreo tecnológico de la alimentación del camarón, y que determina el momento en que debe ser abastecida la piscina -puede ser también de forma automática, lo que evita desperdicio de alimento y costos adicionales.
Ángel Gómez indica que al 2050 el 60 % de la proteína que consuma el mundo será de origen acuícola, por lo que tienen en mente nuevas fases de expansión de Cargill: la ampliación con una nueva torre, nuevas dietas y tecnología que ahora posee en otras regiones y que incluyen otro factor relevante: la genética.