Garzón: “Hasta abril la relación era fluida”
Assange esperaba que Cancillería consulte con él un protocolo ❚ Los abogados demandan al canciller y al procurador general
El coletazo en política exterior terminó afectándolos. Los abogados de Julian Assange reconocieron ayer que desde abril asisten a una suerte de ruptura sistemática de los canales de comunicación con las autoridades ecuatorianas. Esto se habría agudizado con la llegada de José Valencia a la Cancillería en junio.
Antes, con María Fernanda Espinosa en Relaciones Exteriores, las coordinaciones y conversaciones se mantenían fluidas, pese al cambio de Ejecutivo, reveló ayer en Quito el abogado español Baltasar Garzón que coordina la defensa de Assange a nivel internacional. Ni qué decir con el anterior Gobierno.
El alejamiento quedó sellado con la emisión, el 12 de octubre, del “Protocolo especial de visitas, comunicaciones y atención médica al señor Julian Paul Assange”, que los defensores calificaron ayer como un documento “perturbador” y un intento de “amordazamiento”.
LA FRASE Teníamos algunos puntos de acuerdo que después se han volatilizado con el nuevo canciller.
Por eso, Garzón y el abogado ecuatoriano Carlos Poveda presentaron en Quito una acción de protección para frenar la aplicación de la normativa mientras Assange permanece asilado en la Embajada de Ecuador en Londres. La demanda fue planteada en contra de Valencia y el procurador del Estado, Íñigo Salvador.
Una primera alerta de que los niveles de acercamiento se estaban debilitando se dio en marzo, cuando Ecuador cortó el Internet a Assange, luego de que se pronunció, en redes sociales, a favor del independentista catalán Carles Puigdemont, rompiendo el acuerdo de no opinar sobre temas de política internacional.
En agosto, la Cancillería informó a Garzón que estaba elaborando este protocolo para normar, entre otras cosas, el uso de Internet para Assange. El jurista español esperaba que el reglamento sea consensuado con el equipo jurídico del exdirector de Wikileaks, algo que no sucedió.
“Es una actuación unilateral y desde nuestro punto de vista arbitraria. En ese protocolo hay una serie de afirmaciones y términos que son impropios para una situación de armonía y una situación de asilo”, señaló.
Otro cuestionamiento que tiene es que, de ahora en adelante, las visitas de Assange deberán anticipar con tres días su interés de verlo, llenar un formulario extenso y esperar que la Embajada acepte la solicitud.
“Las visitas que se presenten van a ser prácticamente diseccionadas con todos los datos que se exigen y no sabemos en dónde va a ir a parar toda esa información, aunque algunas ya las hemos visto publicadas en los medios de comunicación”, reclamó.
Con respecto a la publicación del proceso de naturalización que siguió Ecuador para Assange, en la época de Espinosa, los abogados consideran que deben ser las autoridades anteriores y actuales las que den explicaciones. Lamentaron que dentro de esos documentos se haya filtrado información personal de Assange, como su partida de nacimiento.
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