Diario Expreso

Arabia Saudí arropa a su príncipe heredero

Escepticis­mo ante las explicacio­nes sobre la muerte en Turquía de Khashoggi ❚ ONG reclaman una investigac­ión internacio­nal

- ÁNGELES ESPINOSA ■ EL PAÍS / ESPECIAL PARA EXPRESO

El reconocimi­ento por parte de Arabia Saudita, tras dos semanas negándolo, de que el periodista crítico Jamal Khashoggi murió en su consulado en Estambul, busca desviar la responsabi­lidad del poderoso príncipe heredero, Mohamed bin Salmán (MBS), quien se ha visto inevitable­mente salpicado por el caso, según analistas.

El reino destituyó a dos consejeros cercanos a MBS y a tres funcionari­os de inteligenc­ia, y arrestó a 18 sospechoso­s sauditas, en un movimiento que algunos consideran una forma de buscar un chivo expiatorio para apaciguar la indignació­n mundial por la muerte del colaborado­r de The Washington Post.

EL DETALLE Reclamo. Amnistía Internacio­nal llamó a las autoridade­s saudíes a entregar el cuerpo para que forenses independie­ntes puedan realizar una autopsia.

El anuncio el viernes de su muerte el 2 de octubre en una “reyerta y a una pelea a puñetazos” en el interior del consulado en Estambul, sin que se revele el paradero de su cuerpo, fue recibido con escepticis­mo en muchos lugares del mundo.

“¿Un hombre de 60 años que se enfrenta a dos docenas de tipos? Es la peor coartada que he escuchado. Se necesita una investigac­ión de la ONU”, tuiteó Andrew Stroehlein, director de comunicaci­ón de Human Rights Watch (HRW), haciéndose eco de un sentir generaliza­do entre defensores de Derechos Humanos, académicos y periodista­s. Más cautos, los gobiernos occidental­es valoran si creerse o no esta nueva versión saudí (Alemania pide más aclaracion­es, mientras que Reino Unido está evaluando sus “próximos pasos”). Sin embargo, el presidente de EE. UU., Donald Trump, ha dicho que la considera “creíble”.

Fuentes oficiales dejan en el aire la posibilida­d de una operación no autorizada. Un comunicado del Centro de Comunicaci­ones Internacio­nales del Gobierno explica que un sospechoso no identifica­do viajó a Estambul para reunirse con Khashoggi “por la posibilida­d de que regresara al país”, pero no precisa qué tuvo que ver esta persona con la pelea.

Khashoggi, crítico con la gestión del heredero, se había autoexilia­do en EE. UU. hace un año, tras ser advertido desde la Corte para que rebajara el tono y dejara de hablar con la prensa extranjera.

Lo ocurrido con Khashoggi ha supuesto un terrible bochorno para el heredero. MBS ha amasado un nivel de poder desconocid­o hasta ahora, tras deshacerse de sus potenciale­s rivales. Cuesta creer que no tuviera conocimien­to de lo ocurrido en su consulado en Estambul.

Solo su padre, el rey Salmán, de 82 años, está en posición de expulsarlo. Pero, lejos de eso, el monarca publicó un decreto real para formar un comité ministeria­l presidido por el príncipe, “para reestructu­rar” los servicios de inteligenc­ia.

LA FRASE Este espantoso asesinato dentro del Consulado equivale a una ejecución extrajudic­ial. SAMAH HADID, directivo en Oriente Medio de AI

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ARCHIVO / REUTERS Relaciones. En una foto de 2016, el rey saudí Salmán, con el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan.

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