Preparación al rojo vivo
Para que los chanchitos, terneros, lechones, pavitos, cuycitos, pollitos, chuletitas y más productos salgan a pedir de boca, se tiene primero que preparar el horno. No se queda atrás la elaboración del pan de finados. Durante ocho horas tiene que arder la leña hasta convertirse en carbón y ceniza, que después es recogido y colocado en una esquina del horno. Una vez que el calor es ‘infernal’ el producto ingresa a la mesa, donde dependiendo de la edad del chancho, que es cubierto con papel de fundas de azúcar para proteger que no se queme, permanecerá hasta 16 horas horneándose. La satisfacción para Marina Vargas es entregar un producto de calidad, para que el cliente vaya satisfecho y regrese, como lo han hecho en su mayoría. Con nostalgia recuerda a su hermana Teresa, quien falleció hace un año nueve meses. “Con ella trabajábamos y seguíamos la tradición de nuestra madre”, dijo la mujer que junto a su esposo e hija desean mantener la herencia de los antepasados.