Una belleza que quedó en el olvido
Con un terreno de 800 metros cuadrados, esta vivienda evidencia una serie de lujos. Desde una piscina rodeada de un gran patio hasta un área de terrazas y balcones. 10 años.
“Generan mala vecindad”, agrega Tatiana Di Mattías, quien preside la junta barrial de esta ciudadela, adjunta a Urdesa, tramita desde hace un año ante el Municipio la posibilidad de que una de estas construcciones le sean entregada en comodato para establecerla como una casa comunal.
“Una casa en abandono es un peligro. Se trata de un tema de seguridad también”, le contó en su momento Di Mattías a EXPRESO.
Al momento, de acuerdo con la información obtenida con respecto a la vivienda del número 101 de la calle Porvenir y av. Carlos Julio Arosemena, el Municipio informó al consejo barrial que está imposibilitado de una expropiación.
“Nos informaron que el solar corresponde a la CFN, de acuerdo con la ficha predial municipal”, dice Di Mattías.
Las otras dos casas que ofrecen mala vecindad en Miraflores son las del número 216, de la calle Tercera, y 315, de la Sexta. Sus habitantes dejaron el barrio hace ocho y dos años, respectivamente, y sus casas quedaron expuestas al vandalismo.
Tal como en la construcción de la calle Cedros, que con los años su acabado arquitectónico fue siendo desmantelado, estas casas terminaron en ruinas.
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