Dos parroquias guardan las historias de sus santos patronos
Puembo y Yaruquí son pueblos que surgieron alrededor de las iglesias
En su paso hacia el Oriente ecuatoriano, los conquistadores españoles quedaron atraídos por el agradable clima del valle de Tumbaco, su topografía y la fertilidad de sus tierras.
Allí se asientan parroquias como Puembo y Yaruquí, donde se fundaron recintos eclesiásticos con respectivas jurisdicciones territoriales, trayendo migraciones de colonos, así como campesinos y artesanos que formaron los pueblos y trayendo consigo a sus santas y santos patronos de la iglesia.
Según Rina Artieda, las administraciones de estos sectores tenían gran injerencia religiosa, construyéndose la iglesia de Puembo en 1604.
“La data de la iglesia nos da la pauta de este fenómeno que forjó la historia de estas poblaciones”, sostiene. Allí existieron caseríos o comunidades familiares que fueron poblando los alrededores de las iglesias.
“En torno a los santuarios estaba el dinamismo y el movimiento humano, a partir de la evangelización”, subraya.
Con la llegada de los españoles se desarrollaron las mitas, encomiendas y obrajes, y surgieron las haciendas.
El Gobierno parroquial de Puembo testimonia que en esa zona se han hallado sitios arqueológicos con utensilios y restos que indican la presencia humana desde hace 10.000 años.
Allí está expuesta la Virgen pipona, que es una de las advocaciones menos conocidas en la religión católica. En la colonia, Yaruquí fue constituida como parroquia eclesiástica mediante decreto general del segundo Obispo de Quito, el dominico Fray Pedro de la Peña, luego del sínodo celebrado en 1570.