Diario Expreso

El informe desesperad­o de THIBAUT COURTOIS

- DIEGO TORRES EL PAÍS /ESPECIAL PARA EXPRESO

La noticia de que Florentino Pérez barajaba los nombres de Mourinho y Conte para ocupar el banquillo del Madrid, una vez que despidiera a Julen Lopetegui, alcanzó el vestuario de Valdebebas en forma de corrillos, cuchicheos, imprecacio­nes, amenazas y mensajes cruzados.

Marcelo y Ramos, los capitanes, iban y venían en busca de los empleados que llevan y traen mensajes a la directiva para interrogar­les y advertirle­s de la profunda inquietud que tales rumores estaban causando en la plantilla.

En medio del trajín, los jugadores tardaron en reparar en que el hombre más desolado de la ciudad deportiva no era el ansioso Lopetegui, todavía el entrenador a cargo, sino el belga Thibaut Courtois. Courtois estaba pálido. “¡No me lo puedo creer!”, le oyeron decir. “Yo aquí soy el único que ha trabajado con Conte y con Mourinho. Me fui de Londres para no tener que pasar por algo así otra vez y ahora resulta que viene Conte, y si no, Mourinho”.

Courtois regresó al Chelsea en el verano de 2014 desde el Atlético de Madrid, donde estaba cedido. Allí se puso a las órdenes de José Mourinho, que le empleó para desbancar a Petr Cech, mito local, del puesto de portero titular.

En junio de 2015, ganó la Premier en un clima de revuelta interna contra el entrenador, que en la temporada anterior había regenerado la plantilla en profundida­d, dando la baja a veteranos como Lampard y Terry. El portugués fue despedido en diciembre de 2015, cuando el Chelsea se enterraba en el puesto 16 de la clasificac­ión. Mourinho se marchó de Stamford Bridge dejando un rastro de paranoia y conflictos inagotable­s en la gestión de la vida cotidiana del equipo. La tregua duró seis meses. En julio de 2016 el Chelsea fichó a Antonio Conte, que estableció un régimen cuartelari­o. Ni los ingleses ni los españoles de la plantilla recordaban protocolos más estrictos de convivenci­a y preparació­n. El equipo ganó la Premier en 2017 y al cabo de la celebració­n comenzó una nueva guerra fría entre el técnico y los jugadores, con Diego Costa al frente y un puñado de resistente­s secundándo­le. El pleito sordo se prolongó hasta que despidiero­n a Conte el verano pasado. Una persona vinculada a la dirección del club de Londres asegura que Courtois fue uno de los elementos más contestata­rios con los jefes de la

El belga vivió infiernos con Mourinho y Conte y trata de que ninguno llegue al Real Madrid. Lanzó flores a Roberto Martínez ante la directiva blanca

caseta. Quizá por su juventud, o por su ingenuidad, el muchacho no ocultó el desagrado que le causaron las manipulaci­ones psicológic­as de Mourinho y el autoritari­smo de Conte. Acabó su ciclo inglés con los nervios rotos. Harto de vivir solo en una mansión, lejos de su familia, y gastando el resto de las horas acantonado con dos de los técnicos más crispados del fútbol mundial.

La encrucijad­a de Courtois provocó la hilaridad de sus colegas cuando en estos días contó que le llamaron desde la dirección del Madrid para hacerle una consulta confidenci­al por Roberto Martínez.

Preguntado por un estratega madridista por su experienci­a con el entrenador catalán, que dirige a la selección belga, el portero por poco se asfixia de tantas buenas palabras que pronunció en tan poco tiempo.

Cuentan en Valdebebas que Courtois no tiene una mala relación con Lopetegui, pero pensó que su despido sería inevitable. Y que, metido en el aprieto, concluyó que su deber era evitar que le sustituyan por Conte o Mourinho.

Ante la posibilida­d de que Florentino Pérez se incline por un tercero, al ser consultado, el belga informó de que Roberto Martínez sería “perfecto” para dirigir al Madrid. Señaló que, en su opinión, era “el mejor técnico del mundo”. Que era como “un padre” para los futbolista­s belgas y que se trataba de un “sabio” que a punto estuvo de llevarlos a conquistar el Mundial de Rusia. “Dijo que si elegíamos a Roberto Martínez no nos podríamos equivocar”, confirman en el club.

Como si no tuviera suficiente con preparar el clásico del Camp Nou, Thibaut Courtois, de solo 26 años, ha visto reaparecer ante sí los fantasmas de su pesadilla inglesa. Esos fantasmas que están a punto de seguirlo y capaz le obligarán a buscar más opciones.

EL DETALLE Defensa. El golero belga trató de aclarar la polémica e incluso amenazó con acciones legales, pero la carpeta de Martínez sí está en la oficina de Florentino.

 ??  ?? Situación. Courtois está compartien­do el arco del Real Madrid con Keylor Navas.
Situación. Courtois está compartien­do el arco del Real Madrid con Keylor Navas.

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador