CONTE, UN SARGENTO EN LA MIRA MERENGUE
El plazo para Julen Lopetegui terminó y ayer se ha oficializado su destitución del banquillo madridista. La respuesta de Florentino Pérez a la crisis merengue es un golpe de timón y con un estilo diferente. En otras palabras, que ponga la casa en orden. Pese a que el técnico vasco llegó como celebrado seleccionador español y una fama de buen gestor de plantillas y de hacer jugar bien al fútbol, no se ha hecho con el control del mejor equipo del mundo, tres veces campeón de Europa de manera consecutiva y con una de las plantillas más completas del planeta.
Ahora todo indica que llega el italiano Antonio Conte, un entrenador que promete látigo y mano dura a un vestuario que ha vuelto a tomar el control pese a los deseos del presidente del Real Madrid por no repetir la época de los Galácticos. Y es que uno de sus otroras dirigidos, el zaguero central Giorgio Chiellini, ha certificado la rigidez del extécnico de la Juventus, pero, lejos de molestarle, eso generaba una “buena atmósfera”, no solo en el club juventino, sino también en la selección italiana, donde también lo adiestró.
Aunque Florentino ha querido esperar lo máximo posible para dar todas las oportunidades que necesitase Lopetegui -a petición de la plantilla- el 5-1 en el Clásico ha supuesto la esperada sentencia al entrenador, que no será más parte del proyecto blanco por decisión de la junta directiva.
Pérez ha dicho adiós a un técnico al que tenía afecto y por el que apostó para sumar gloria a la tienda merengue, aunque como segundo plato, ya que antes quiso al argentino Mauricio Pochettino para suplir a un Zidane que dejó al campeón europeo de forma sorpresiva.
Conte tendrá que afrontar una crisis total en el equipo. Falta de confianza, baja forma física, falta de efectividad de cara al gol y una rebelión de parte de la plantilla, encabezada por Sergio Ramos. El capitán, también líder del vestuario de la selección española, forzó la continuidad de Lopetegui hasta cuando ha sido ya imposible seguir apostando por él. Ahora ha dejado claro que no gusta la llegada de Conte con unas declaraciones indenciarias: “El respeto se gana, no se impone”. Una frase que condicionará las relaciones de gran parte de la plantilla con el nuevo entrenador.
Ramos lidera al grupo principal de la plantilla, constituida por los españoles de la Roja -Nacho, Carvajal, Asensio, Lucas...- y que cuenta con el apoyo de Marcelo, otro de los capitanes. Callan los de siempre, los sigilosos Bale o Benzema, que rehúyen de liderazgos, mientras que algunos como Casemiro, Kroos o Modric están hartos de esta etapa y buscan culpables a modo de fantasmas. Thibaut Courtois supo lo que es la mano dura de Conte en el Chelsea y no tiene deseos de repetir la experiencia.
También con la llegada de Conte peligran otros proyectos del club: Vinicius, el joven brasileño que llegaba como una perla que lucir sobre el terreno de juego no ha contado nada para Lopetegui, pero menos lo hará, en teoría, para el italiano, que tiene fama de sargento y de estratega sobre el campo, más a favor de 10 gladiadores sobre el campo que futbolistas que hagan ‘jogo bonito’. La pugna a la interna merengue ha empezado, incluso antes de la llegada del italiano.
EL DETALLE Interino. Santiago Solari, técnico del Real Madrid Castilla, fue nombrado estratega encargado del primer equipo hasta que se defina el sucesor de Julen Lopetegui. El DT italiano, conocido por su rigidez, es el favorito de la directiva del Madrid para reemplazar a Lopetegui. La plantilla discrepa