Los escolares disfrutan de un vivero ecoamigable
Mensualmente reciben a 800 niños de preescolar y escuelas primarias
Nunca habían participado de una excursión. Las ansias, pero también emoción era el mensaje que sus rostros mostraban. Los niños de la escuela fiscal El Carmen visitaron ayer el vivero de Fundación La Iguana. Su visita no tiene costo e incluso fueron recogidos en su colegio. Pero, para todos no es así. Esta fundación, ubicada en el Buijo histórico de Samborondón, costea el paseo de estos pequeños con los recursos que obtienen por el pago de recorridos de escuelas privadas. Por cada cinco unidades particulares, acude una fiscal.
Andrea Fiallos, presidenta de la fundación, insiste en que educar a los más pequeños es un método de mayor eficacia, porque ellos lo replican con sus padres. Además, cree que mediante los recorridos “cambiamos sus vidas porque de aquí saldrá un ingeniero, biólogo o botánico. Con esto cambiamos su visión del mundo”.
Este programa inició en julio y desde entonces, acuden un promedio de 800 niños al mes. Esperan incrementar esta cifra con la apertura de otros atractivos, entre ellos la biopiscina en la que se mostrará renacuajos, ranas y lagartijas, así como la inclusión de estudiantes de colegios, especialmente bachillerato internacional.
Andrea González Nader, ingeniera ambiental y guía de este centro, explica que la idea surgió porque “nos dimos cuenta de que había un nicho en el que no había dónde llevar a los niños de Guayaquil a que aprendan de educación ambiental y Guayaquil lo necesita a gritos. Entonces, los trajimos a que vean los árboles nativos, fuimos avanzando con las áreas como la casa sostenible y le hicimos un giro educativo”.
Además considera que la iniciativa de 5x1 contribuye a que el aprendizaje no sea exclusivo para quienes pueden pagarlo. “No podemos dejar que solo quienes puedan costearlo accedan. Lo importante es que los niños [de la escuela fiscal] salen aprendiendo exactamente lo que aprendieron los privados”.
El vivero es ecoamigable. Funciona plenamente con energía solar, el reguío se realiza con agua reciclada y espera para el 2019 crear un laboratorio herbáreo que les permita el levantamiento de fichas técnicas de las especies, es decir, conocer su descripción, beneficios, comportamiento, mantenimiento y taxonomía.