Del trono de la droga al banquillo de la ley
El excapo del narcotráfico mexicano el Chapo Guzmán enfrenta a la justicia ❚ El juicio comenzó con la elección del jurado
La vida del rey del cartel de Sinaloa (México) Joaquín Guzmán Loera, alias el Chapo, que se sentó ayer en el banquillo en Nueva York acusado de narcotráfico, ha sido una mezcla de violencia, drogas y lujos excéntricos, donde el mito, muchas veces, se ha impuesto a la realidad.
“De los pies a la cabeza es bajito de estatura, de la cabeza hasta el cielo yo le calculo su altura, porque es grande entre los grandes, a ver quién tiene duda”, así describe al Chapo el cantante Triguillo Palma, en una de las decenas de canciones (narcocorridos) en las que se ensalza en el norte de México al narcotraficante.
EL DETALLE Más plazo. La defensa del narcotraficante pidió de nuevo al juez que se aplace su juicio a enero por falta de tiempo para analizar las pruebas de la Fiscalía.
Nacido el 4 de abril de 1957 en la localidad de Badiraguato (Sinaloa, norte de México) y apodado el Chapo por su baja estatura, el todopoderoso emperador de las drogas se enfrenta ante un tribunal de Nueva York a cadena perpetua acusado de introducir 457 toneladas de estupefacientes en EE. UU., entre otros crímenes relacionados con su actividad al frente del cartel de Sinaloa.
Conocido también por su excéntrica vida de lujo, plasmada no solo en canciones, Guzmán ha sido inmortalizado internacionalmente en la serie televisiva producida por Netflix y Univisión, que narra su ascenso y caída como traficante.
El Chapo, en una polémica entrevista concedida al actor estadounidense Sean Penn y a la actriz mexicana Kate del Castillo en septiembre de 2015, meses antes de su detención, se definió como una persona no violenta y feliz con su vida.
Sin embargo, la Fiscalía de Nueva York también lo acusa de tener relación con más de una decena de asesinatos.
De hecho, el juicio que arrancó ayer lo hace entre fuertes medidas de seguridad, en una sesión centrada en la selección de los 12 miembros del jurado. Los miembros del jurado deberán ser trasladados a la Corte y a sus hogares custodiados por la Policía por razones de seguridad.
A diferencia de las audiencias previas al juicio, en las que el Chapo vistió traje de prisionero, ayer el acusado lució un traje azul marino y camisa blanca de cuello muy grande, estilo “disco”, abierta hasta el tercer o cuarto botón. Parecía
LA FRASE Se tratará de probar que Guzmán era solamente un “teniente” que actuaba bajo órdenes.
relajado, se mostró atento y sonrió un par de veces.
El juez de Brooklyn, Brian Cogan y abogados de ambas partes interrogaron en la mañana a 19 de unos 100 potenciales jurados, pero no han escogido aún a ninguno.
Extraditado desde México en enero de 2017, el Chapo es acusado de liderar entre 1989 y 2014 el despiadado cartel de Sinaloa, al que fundó y convirtió en “la mayor organización de tráfico de droga del mundo”, según la acusación.
El Chapo se declara inocente, pero el Gobierno ha presentado más de 300.000 páginas de documentos y al menos 117.000 grabaciones de audio, más centenares de fotos y vídeos.
Un gran secreto rodea el caso. Ni siquiera los abogados del Chapo saben aún quiénes serán sus exsocios, empleados o rivales que declararán en su contra. Lo único que se sabe es que algunos integran el programa de protección de testigos y han recibido nuevas identidades, y que otros ya están en la cárcel y fueron ubicados en celdas especiales para protegerlos.
En su celda de Manhattan tiene prohibidas las visitas de su esposa Emma Coronel, una exuberante exreina de belleza de 29 años que no estuvo ayer en la Corte.
Un año después de su detención en México, y donde está considerado como el mayor traficante del mundo, se sienta en el banquillo en EE. UU.