Glas tiene médico, internet y seguridad
El juez ordena mejorar la calidad del agua de la cárcel de Latacunga ❚ El exvicepresidente mantiene su huelga de hambre
Está recluido en la cárcel de Latacunga, pero tiene privilegios. Jorge Glas no es un detenido común: tras la negativa del habeas corpus, la semana pasada, consiguió atención médica, agua embotellada o seguridad a los que no acceden sus compañeros de presidio.
Él cumple una sentencia de seis años de cárcel por asociación ilícita en la trama de sobornos de Odebrecht.
EL DETALLE Queja. En la audiencia de habeas corpus Glas insistió en que cumplió a cabalidad las reglas de la Cárcel 4 y no debía ser trasladado a otro centro carcelario.
Así, Glas tendrá vigilancia médica permanente y, de ser el caso, podrá solicitar la presencia de médicos especialistas, incluso si deben trasladarse desde la capital. Durante la audiencia de habeas corpus, la defensa del exvicepresidente argumentó que tiene afectaciones a la espina dorsal, hernias discales (que necesitan operación), espondilitis, gastritis y colitis.
Por eso, en la cárcel de Latacunga -construida en el Gobierno de Rafael Correa- no habrá restricciones para el ingreso de los medicamentos que necesite previo cumplimiento de los parámetros de control. A Glas, dijo el juez, no deben faltarle los medicamentos y, por orden judicial, debe recibir atención prioritaria para precautelar su salud e integridad física. Pero, además, la celda en la que permanece debe tener aseo continuo y desinfección constante para evitar infecciones, tuberculosis, dermatitis u otras relacionadas.
Otra de las quejas de Glas es que mientras estaba en la Cárcel 4, en Quito, tenía posibilidad de estudiar y tenía que rendir un examen vía Internet. La respuesta de Arturo Romero, representante del Ministerio de Justicia, fue que “el centro de aquí cuenta con ello para los ejes de tratamiento educacional”. Además que le garantizaron más espacio que en la Cárcel 4.
Y como existe la duda de supuestas extorsiones en el centro carcelario, habrá seguridad proporcionada por dos agentes penitenciarios y dos policías para evitarle problemas.
¿Cómo está el detenido actualmente? Justicia informó a EXPRESO que, desde el 21 de octubre hasta 5 de noviembre, ha recibido 61 atenciones del Ministerio de Salud y del IESS. Se encuentra estable a pesar de que lleva 17 días en huelga de hambre y se niega a ingerir alimentos.
Solo uno de los “privilegios” de Glas se hará extensivo a los otros 5.000 detenidos. En la audiencia el juez Vinicio Santamaría ordenó que se verifique la calidad del agua (un problema que se denunció desde la inauguración de la cárcel). Un comisario de Salud y un representante de la Dirección de agua potable del GAD Municipal de Latacunga deben encargarse de esa tarea.
Según el juez “este no ha sido solo un requerimiento del Ing. Jorge Glas”. De todas formas, aún con los posibles correctivos el exvicepresidente no tomará esa agua. El exdirector del Centro, Víctor Jácome, contó en la audiencia que “en consideración del señor Glas estamos suministrando botellones de agua”.