Primera ola de migrantes llega a Tijuana
El grueso de la caravana se moviliza ahora en tráileres y camiones
Sin ánimo de festejo, la primera gran caravana migrante que salió de Honduras rumbo a Estados Unidos cumplió ayer un mes de un camino escabroso y minado de amenazas del presidente Donald Trump, aunque determinada a alcanzar el sueño americano.
Entre fatiga, hartazgo y dolencias físicas, los más de 5.000 migrantes -en su mayoría hondureños- que persisten desde el 13 de octubre en la marcha que salió de San Pedro Sula, amanecieron en la mexicana Guadalajara tras haber recorrido más de 2.000 km, mayoritariamente a pie y con autostop en algunos tramos.
Los migrantes no reiniciaron su trayecto hacia el norte a pie, como en los días previos, sino que el gobierno de Jalisco puso a su disposición decenas de buses. El acuerdo fue llevarlos hasta Sinaloa”, indica un comunicado de los líderes de la caravana. Pero los centroamericanos fueron abandonados en medio camino. En medio del enojo y la desorientación tuvieron que pedir aventón a tráileres o camiones de remolques para poder llegar a su destino.
A esta gran caravana le siguen a la distancia otras dos, con unos 2.000 migrantes cada una; mientras grupos más reducidos ya se adelantaron a la frontera con Estados Unidos.
El domingo pasado llegó un grupo de unos 75 transexuales y algunos homosexuales a Tijuana, y ayer arribaron nueve autobuses con 350 migrantes, todos integrantes de la primera gran caravana.
En tanto que el Gobierno de Estados Unidos ha cerrado parcialmente con barricadas y alambres de púas las garitas de San Ysidro y Otay Mesa, del estado de California.
EL DETALLE Frontera. EE. UU. acusa a los migrantes de protagonizar una “invasión” y para contenerlos envió miles de soldados a la frontera sur.