La última carrera de DANI PEDROSA

AEXPRESO

Dani Pedrosa los ojos ya no le brillan como le brillaban aquel día en el Jarama. Los pies no le llegaban al suelo. Tampoco fue el piloto más rápido de ese día de pruebas de selección. Pero Alberto Puig, hoy director del equipo Repsol Honda, vio algo especial en él y lo hizo participar de la Movistar Activa Cup, competencia reina para jóvenes talentos. Sin embargo, tampoco la ganó, pero de su pilotaje se desprendía un talento natural que no todos tienen. Así lo recuerdan quienes estuvieron allí. Así que se hizo otra excepción con el pequeño Dani. La primera fue dejarlo correr la Copa, aunque las normas dijeran que no tenía la edad mínima; la segunda, llevarlo al Mundial de 125cc. No había salido vencedor, pero sí había sido el mejor.

Desde ahí, Puig acompañó a Pedrosa como su representante, guía y mentor hasta verlo triunfar en Motogp. Llegó a la categoría cumbre como la gran promesa del motociclismo: tres títulos en tres años (uno de 125cc, dos de 250cc); como el chico que haría temblar a Valentino Rossi -“Estábamos atemorizados. No ganó la primera carrera de milagro. Ha sido un gran rival”, dijo el italiano el jueves pasado en Valenciay se marchará mañana con la mochila llena de recuerdos y de grandes triunfos: “feliz por haber formado parte de una generación de pilotos españoles que ha ganado mucho... orgulloso por haberles abierto la puerta a otros”, pero también con el sabor agridulce de haber estado tantas veces tan cerca de ganar el título.

Pedrosa, 13 años en la élite del motociclismo, 54 victorias en sus 18 años de Mundial y tres subcampeonatos de Motogp, siempre a lomos de una Honda, ha sido uno de los mejores pilotos de la historia, el octavo con más triunfos, tantos como Mick Doohan. Se le recordará con honores por sus

numerosas victorias - añora siempre en especial su primera en Sudáfrica 2003- por cómo ha ganado a los mejores, por ese estilo delicado al que le forzó un físico más apto para las categorías pequeñas que para las máquinas de 1.000cc, por cómo logró levantarse siempre después de cada caída, de cada operación. “Mi límite ha sido físico. Me hubiera gustado ser más alto (mide 1,58 m), caerme menos”, concedió. Pero, precisamente por todo eso es ya Leyenda del Motociclismo. Así quedó dicho el jueves en el circuito Ricardo Tormo de Cheste, donde tantas veces ganó, donde mañana se despedirá.

Pedrosa, de 33 años, y quien anunció su retirada hace unos meses, se ha ido apagando poco a poco. La revolución que impuso Márquez en el box de Honda desde su llegada en 2013, desmontó los esquemas del que hasta entonces había sido el niño mimado de la casa japonesa. Nunca volvió a luchar por el Mundial

como lo hizo aquel 2012.

El piloto español de Motogp se retira mañana en Valencia como leyenda. Dice haberle abierto las puertas a otras estrellas como él EL DETALLE Histórico. Del 2002 (su 2° año en el Mundial) hasta el 2017, fue el único piloto capaz de ganar, como mínimo, una carrera cada año.