Riesgos laborales
la responsabilidad de dotar de seguridad a sus empleados recae solo en aquellas industrias donde se trabaja con maquinarias y hay mayor exposición. Él lo niega. Hoy en día, dice, hay una gran cantidad de personas que operan en áreas de servicio y comercio (ver gráfico) donde también surgen los riesgos ergonómicos (relacionados a las posturas físicas) y psicosociales (que afectan su estabilidad y el estado de ánimo), a los que hay que empezar a prestar mucha atención.
Espinoza, en representación de la UEES, dirigió en Guayaquil un proyecto encomendado por el Observatorio Ecuatoriano de Seguridad y Salud en el Trabajo, que busca medir la percepción que los trabajadores tienen sobre este tema. Pero los resultados que se obtuvieron a través de una encuesta aleatoria a 1.049 personas, y que fueron compartidos con EXPRESO, demuestran que esta percepción no es la mejor.
El 51 % de los encuestados dijeron tener que laborar de pie y el 24 % sentados; el 46 % están en la obligación de tener que hacer movimientos repetitivos. Condiciones que, a mediano y largo plazo, también generan enfermedades: lesiones de los músculos, los nervios, los ligamentos y los tendones, que pueden llegar a ser muy dolorosas e incapacitar a un empleado.
“¿Pero qué están haciendo las empresas para manejar estos riesgos?”, se pregunta Espinoza. El mismo cuestionamiento se hace para los problemas psicosociales, que también llegan a mermar la productividad de un trabajador. El 42 % de los encuestados trabajan con miedo a perder su empleo, el 41 % llevan una vida sedentaria y el 15 % están sufriendo de depresión, tensión y problemas emocionales, indica.
El Código de Trabajo y un Acuerdo Ministerial (aprobado el año pasado) obligan a las empresas a tener programas asociados a mitigar todo tipo de riesgos, pero no todas cumplen, dice John Villamil, jefe de Seguridad Industrial de Contecon, porque siguen creyendo que tratar este tema es incurrir en mayores gastos. “Pero si se compara cuál es el costo de un accidente laboral, respecto a la implementación de medidas de prevención, la relación es de 10 a 1. Es decir, invierto 1 en prevenir, pero los costos ocultos por una baja productividad son 10 veces lo que se está invirtiendo porque implica pérdida de eficiencia del trabajador, pérdida por las horas/hombre laboradas, reemplazo, horas de capacitación, pago de pólizas, indemnizaciones”.
El primer paso, recomienda, es conocer los aspectos que afectan a los trabajadores y en función de eso diseñar planes de acción que permitan trabajar con los colaboradores. “Y esto también es trabajar en motivación porque empiezan a ver que la organización se preocupa por ellos y empiezan a mejorar su nivel de productividad”.