La Cascada del Blanco y sus aguas curativas
Los minerales se impregnan en la piel al bañarse en Arenillas
El poder curativo de las aguas que bajan desde la Cascada del Blanco, en el cantón Arenillas, provincia de El Oro, atrae a los turistas, quienes llegan en busca de relajación. Además, el contacto con la naturaleza que rodea al afluente convierte a este rincón del país en un lugar interesante.
Este sitio está ubicado a 20 minutos de la cabecera cantonal. La cascada tiene una altura aproximada de 15 metros, lo que la hace más atractiva.
Los cánticos de las aves silvestres y el rebote del agua entre las inmensas piedras llaman aún más la atención de la gente que llega.
Disfrutando del chorro de agua que desciende de la cascada estaba Carmen Castro, oriunda de Machala, quien después de una intensa semana de trabajo decidió ir al sitio, porque le habían comentado que aquí se sale ‘papelito’.
“Este es un lugar ancestral. Es indescriptible sentir cómo cae el agua en nuestro cuerpo y los minerales que posee se nos quedan impregnados”, contó la mujer de 52 años.
Jennifer Purcachi Burgos, promotora turística del camping Río Blanco, dijo que el área es considerada un rincón ecológico en donde brotan vertientes que forman un río, el cual recorre los senderos rocosos formando caídas de agua que dan la ilusión de un manto. La temperatura promedio es de 22 grados centígrados. Otras 6 cascadas están a lo largo de 7 km. Para llegar a ellas el turista puede escalar entre las piedras que forman parte del río.