Lucía, el primer robot que se emplea en un supermercado
La Cuarta Revolución Industrial sigue dando sus primeros pasos en el país ❚ Nuevas tecnologías se adoptan, esta vez para innovar el área de servicios
No necesitó pasar por un proceso de selección, tampoco presentar un currículum. Lucía solo tuvo que ser programada. Ayer, en su primer día de labores, lució fría y distante, pero fue la sensación en la fiesta de inauguración del local número 200 de Tía. Ella es una ‘empleada’ más, de las 36 personas que desde ayer trabajan en ese lugar.
Es un robot diseñado para trabajar de forma autónoma y para no colisionar con obstáculos o clientes que caminen cerca, mientras va escaneando los códigos y los precios de los productos que hay en las estanterías. Por su capacidad de recorrer la tienda y cumplir sus tareas en dos horas, Lucía tendrá el privilegio de no laborar las ocho horas diarias; pero eso sí, es probable que muchas veces tenga que asumir las jornadas nocturnas.
Lucía es el primer referente de la llamada Cuarta Revolución Industrial en arribar al área de servicios. En estos dos últimos años, en el país la inteligencia artificial ha ido filtrándose en los campos de producción y logística, y en eso empresas como Toni, Corporación GPF, Alimentsa y Cargill han sido pioneras.
Es la tendencia a la que buscan embarcarse las compañías más grandes, bajo el reto de volver sus negocios más eficientes. La advertencia internacional de que la demanda de mano de obra se verá amenazada (según el Banco Mundial y la Universidad de Oxford, la robotización y ponerlo al servicio de este almacén, que además está implementando por primera vez en el país el sistema de autopago.
Para esto último se instalaron dos máquinas que permitirán que los clientes tengan la opción de comprar los productos que requieren sin hacer cola en los cinco cajeros que están funcionando. Se trata del mismo sistema que en enero de este año causó sensación a nivel mundial, cuando la multinacional Amazon Go anunció que sería la primera tienda en desterrar los cajeros en un 100 %.
Esta es otra tendencia a la que los empresarios con visión deben procurar seguir, sostiene Sgaravati. “El negocio de retail es un negocio que también está evolucionando y lo que buscamos es estar siempre a la vanguardia para dar un mejor servicio a los clientes”. La meta es que esta misma tecnología empiece ya a expandirse a otros almacenes de la firma.
Es un cambio de estrategia y de gestión que empezó ayer con la celebración de los 58 años de existencia de este negocio que fue fundado en Guayaquil por los checoslovacos Federico Deutsch y Kerel Steuer.
Ayer Francisco de Narváez, nieto de este último y hoy presidente del directorio de Tía, se encargó de presidir la ceremonia. Lo hizo con un cepillo de dientes en mano, para seguir con la cábala que por años mantuvo su abuelo, quien tenía la tradición de sustraer de cada lugar que inauguraba un cepillo sin pagar, como una forma de augurarse buena suerte. Él continúa coleccionándolos y guardándolos en una caja familiar porque, cuenta entre risas, siguen generando buenos resultados. Solo el año pasado esta empresa logró facturar casi $ 700 millones.
EL DETALLE Inauguración. Ayer Tía abrió este local que ocupa más de 600 metros cuadrados y que atenderá la demanda de las urbanizaciones de Ciudad Celeste.