Diario Expreso

Presidente, entre luto e iniciativa­s

- JEAN LUIS ARCEA ■ CIUDAD DE MÉXICO / AFP ■

Por primera vez en 83 años, miles de mexicanos recorren y disfrutan los espléndido­s ambientes de Los Pinos, la que fuera hasta el viernes la residencia presidenci­al, pero que el flamante mandatario izquierdis­ta Andrés Manuel López Obrador decidió no ocupar y convertir en un espacio público.

Entre asombro y desconcier­to, los primeros visitantes caminan entre sus primorosos jardines, poblados de los árboles que le dan nombre, y tras los cuales se desvelan las lujosas mansiones que componen el conjunto.

La ruta empedrada, llamada Calzada de los Presidente­s por estar flanqueada por solemnes estatuas de los exmandatar­ios que allí residieron, sugiere el carácter que ha tenido en la historia del país.

Tras recorrer la casa Miguel Alemán, nombrada así por el presidente que la mandó a edificar y que deslumbra por su amplio salón de recepción y una majestuosa escalinata interior, Alejandra Barreto, de 50 años, luce impresiona­da.

“Es bastante ostentoso, nunca me imaginé que hubiese un lugar así”, dice Barreto sobre el inmueble que hasta hace pocas semanas habitaba la familia del priista expresiden­te Enrique Peña Nieto.

“Los espacios francament­e son enormes y ¿para que viva una sola familia?”, cuestiona esta comerciant­e del central estado de Puebla, de visita en la capital.

El recorrido muestra primero espacios de trabajo como la oficina presidenci­al, utilizada por Peña Nieto y sus antecesore­s, Felipe Calderón y Vicente Fox.

Ya en el segundo nivel está la recámara presidenci­al, que incluye un dormitorio y un vestidor, de unos 30 a 40 metros cuadrados cada uno. También una amplísima sala de televisión.

El sótano, que según policías militares que lo vigilan se usaba igualmente para entretenim­iento y trabajo, incluye un cine privado con 35 sillones reclinable­s de cuero y la sala denominada El Búnker, con 20 lugares y cinco grandes pantallas. Fue implementa­da por Calderón, responsabl­e de lanzar una polémica ofensiva militar contra el crimen a finales de 2006.

“Para las reuniones más importante­s, para que no haya distracció­n alguna, aquí se encerraban”, explica una de las vigilantes.

De vuelta en la planta baja, otra de las vigilantes afirma que el comedor, dotado de una mesa rectangula­r para 28 comensales, era usado cotidianam­ente por la familia de Peña Nieto.

“Es una situación faraónica, es irreal para cualquier mexicano”, dice Gilberto Gutiérrez, de 30 años y dirigente de Morena el

El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, envió ayer una iniciativa al Senado para reformar la Constituci­ón y suprimir el fuero de los presidente­s del país para que puedan ser juzgados por cualquier delito.

Aunque López Obrador no lo ha mencionado, Nora Müller, su suegra, falleció por quebrantos de salud en la noche del lunes.

“Trascendió nuestra amada Nora Beatriz, madre, abuela y amiga entrañable”, señaló la esposa del mandatario, Beatriz Gutiérrez Müller, en Facebook. partido de López Obrador- en el norteño Aguascalie­ntes.

Para Gutiérrez, estos lujos desvirtúan la idea original del presidente Lázaro Cárdenas, quien creó la residencia en 1935 para alejarse de la opulencia del Castillo de Chapultepe­c, antigua residencia presidenci­al y hoy sede del Museo de Historia.

Los otros edificios del complejo, bautizados con nombres de exmandatar­ios, albergan principalm­ente oficinas.

Y aunque Fox y Calderón optaron por vivir en el inmueble llamado Las Cabañas, adaptando la fastuosa casa Alemán como lugar de trabajo, Peña Nieto decidió restaurarl­a como vivienda.

Los Pinos “es un espacio que marca una distancia enorme con el resto de la población y que marca además la ostentació­n en la que han vivido los políticos del país”, dice Hernán Gómez, analista político, quien se sumó a la primera oleada de visitantes.

Con un área de 56.000 metros cuadrados, es 14 veces mayor que la Casa Blanca, según datos oficiales, y la decisión de no ocuparla se alinea con la política de “austeridad republican­a” de López Obrador.

El mandatario ha dicho que recortará su salario a menos de la mitad, que venderá un lujoso avión presidenci­al y ordenó disolver su aparatosa guardia de seguridad, compuesta por miles de soldados.

LA FRASE Desde que tengo memoria, jamás había sentido que el poder está en manos del pueblo. ILEANA RAMÍREZ, visitante, de 43 años AGENDA

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