Relámpago galopa en la Pedro Menéndez
El caballo de color café ayuda a su amo en la recolección de metales
El nombre Relámpago lo tiene bien ganado un caballo de 9 años y de piel café.
Bastaba un llamado de atención de su amo, Julio Jiménez, para que el equino acelerara el paso y arrastrara una vieja carreta en medio de decenas de vehículos que la mañana de ayer intentaban avanzar por la congestionada avenida Pedro Menéndez Gilbert, con dirección al sur de la ciudad.
Ni el humo ni el ruido proveniente de los automotores lograron alterar al animal que movilizaba a Julio y a su hijo Jonathan, ambos dedicados al reciclaje de metales.
Precisamente en ese momento cumplían con la entrega de un último lote del material a varios talleres de la ciudadela La Atarazana.
“Es mi compañero. No tiene miedo al pasar en medio de los carros. Es valiente y veloz”, comenta con orgullo Julio, un adulto mayor de 78 años que con su sombrero y acento expresó sus raíces montuvias.
Julio hace alarde de la fama de su caballo, cuando recorre la ciudad. También de una expresión que define como su saludo: “¡Me voy!”.
Era mediodía y Relámpago empujaba la carreta rumbo al suburbio, donde descansará y comerá el pasto como recompensa por el trabajo cumplido, al tiempo que retoma energías para una nueva jornada.