Un embudo de 300 metros traba a la Pedro Menéndez
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Basta que un bus urbano recoja o deje a un pasajero en la puerta 10 del Cementerio General para que afecte el tránsito en los tres carriles de la avenida Pedro Menéndez Gilbert. No importa la hora ni el día.
Son 300 metros de un tramo complicado de la arteria, si se toma en cuenta que por esta ruta circulan unas 700 unidades de 24 líneas, de las cuales 12 se dirigen a Durán y el resto al norte de Guayaquil.
EL DETALLE Solicitud. Los conductores piden una mayor presencia policial en el sitio para evitar la presencia de los delincuentes. El borde del Cementerio General registra un continuo embotellamiento buses de 24 líneas circulan por el sector La ATM prepara un plan vial Debería buscarse una solución a la congestión constante que se forma en el sitio. Por momentos resulta complicado avanzar unos metros en un tramo de dos cuadras. CENSO 700
Solo en horas pico (de 18:00 a 19:00), la Pedro Menéndez soporta la carga de unos 4.400 vehículos, lo que significa hileras de hasta un kilómetro, independiente a la que soportará más adelante la zona de distribución del tráfico hacia el puente de la Unidad Nacional y a la avenida Benjamín Rosales.
El problema de la arteria empieza en la avenida Quito, que tiene siete carriles y que en horas pico circulan unos 5.850 vehículos.
A la altura de la calle Piedrahíta se distribuyen dos carriles hacia la avenida de las Américas, a través del puente Calderón, dos hacia la Pedro Menéndez. Hay otro carril, pero es para los buses de la metrovía.
Quienes circulan desde la Julián Coronel y toman el borde del cementerio lo hacen en un suelo desnivelado, que en invierno se inunda por dificultades en el drenaje.
El conductor Homero Cárdenas habita en la ciudadela La Atarazana. Toma esa ruta todos los días, a pesar de las molestias. “Pero es la alternativa me-