Desde el banco sin uniforme
Markelle Fultz acompaña a su equipo, los Philadelphia 76ers, durante los encuentros de la NBA. Lo hace sin uniforme, pues se encuentra en tratamiento. este verano con uno de los mejores especialistas en el tiro, Drew Hanlen, pero una vez comenzada la temporada las mejoras apenas se notaron. En una entrevista con un medio estadounidense, Hanlen habló del problema de Fultz y utilizó el término “yip”: la pérdida de ciertas habilidades motrices, que, según algunos expertos, puede ser producto de la ansiedad y la presión, algo que enfureció al entorno del deportista.
Los fríos datos lo que dicen es que Fultz solo ha actuado en 33 partidos de los 116 que ha disputado su equipo desde su llegada. Su entrenador, Brett Brown, lo incluyó en el cinco titular al principio de temporada para insuflar confianza en el jugador, pero este no respondió con un rendimiento acorde a un equipo aspirante a casi todo. De hecho, la franquicia contrató a Jimmy Butler hace dos semanas, una estrella que puede cerrar el paso a Fultz.
Una vez que el jugador ha encontrado un diagnóstico “físico”, ahora queda que se recupere. La franquicia le ha dado la baja indefinida a la espera de ver cómo responde al tratamiento. Para Fultz es un alivio que sirve para alejar el fantasma de los problemas psíquicos. Los casos de Demar Derozan y Kevin Love, que hablaron abiertamente el año pasado de ansiedad y depresión, encontraron grandes dosis de empatía en la Liga. Sin embargo, la diferencia con Fultz es que ellos siguieron metiendo canastas, algo que parece que el de los Sixers ha olvidado de momento.
de dólares es el salario anual que recibe en esta temporada el jugador estadounidense.