Damnificados, preocupados por el invierno
Son 12 familias de Salitre que perdieron sus casas en un incendio
Junto a sus dos hijos de 5 y 9 años, Ana Carpio aguardaba bajo una carpa prestada a una funeraria del fuerte sol de las 12:00. Justamente allí, en la Cooperativa de Vivienda Buenos Aires, del cantón Salitre del Guayas, el pasado 2 de noviembre un voraz incendio consumió en cuestión de minutos su vivienda y otras ocho.
En total son 12 familias damnificadas que esperan impacientes que los trabajadores de construcción de las casas de planta baja, de fierro y concreto prometidas por el Cabildo local, concluyan. Esas reemplazarán sus viviendas de caña y madera perdidas por el fuego, presuntamente ocasionado por un cortocircuito.
Pero lo que más les preocupa es el invierno que se acerca. Tienen miedo de que las lluvias los sorprendan en medio de la calle y no tener opción de cubrirse, porque permanecen en carpas improvisadas.
Mientras comentan su preocupación, Alexis Segura Parrales y su vecina María Sánchez Salavarría preparaban el almuerzo al aire libre para todas las familias damnificadas. A más de permanecer en un hogar sin paredes, otro temor que tienen es que la delincuencia se aproveche de su situación y por eso hacen guardianía en las noches para cuidar el material de las viviendas que les han donado.
Los moradores cuyas casas no fueron afectadas también son testigos de esa angustia y por eso hace varios días realizaron un bingo solidario para ayudar a sus vecinos. Otros ciudadanos también les han colaborado con ropas y alimentos.
“Tratamos de levantarnos de este duro golpe que nos dio la vida porque nos quedamos solo con la ropa que teníamos puesta”, comenta Carpio.
Marco Avellán Quinto, maestro encargado de la obra de construcción de las viviendas, indicó que las casas ya llevan más del 30 % de avance y que para más o menos dentro de un mes estarían concluidos los domicilios.
Gaspar Jiménez Carrillo, jefe de prevención del Cuerpo de Bomberos de Salitre, confirmó que entre las 12 familias de las 9 casas hay veintidós adultos y once niños.