Un camposanto con su propia identidad
Los difuntos y deudos de la parroquia Cutuglagua (Mejía) ya no peregrinan a otros cementerios ❚ Alberga 5.000 tumbas
Frases escritas con marcador o pintura, dibujos o palabras de cariño, son algunas de las características que tienen las tumbas en el cementerio de Cutuglagua, parroquia ubicada en el sur de Pichincha, que delimita a Quito con el cantón Mejía.
Byron Mestanza, administrador del sitio, explicó que en 1973 los directivos del barrio decidieron crear el espacio en favor de la comunidad.
Lo hicieron en los terrenos que anteriormente pertenecían al Instituto Nacional de Investigaciones Agropecuarias, los que fueron cedidos.
Cuando no existía el camposanto, a los muertos de la parroquia tenían que llevarlos hasta Machachi, el poblado más cercano, para poder darles sepultura.
“Se hizo para ayudar”, agregó y desde su creación no han tenido que trasladar a los cadáveres hasta otros lugares.
LA FRASE Cutuglagua está en la frontera de los cantones, es un sitio cercano para la migración de pueblos kichwas. ALEJANDRA YÉPEZ, integrante del colectivo
Al momento el cementerio alberga más de 5.000 tumbas, en las que se expresa la cultura popular a través de sus ornamentos. En ellas prevalece el amontonamiento.
También se evidencia con las celebraciones que en el sitio hacen a sus difuntos. Mestanza comentó que las personas suelen visitar los nichos vestidos de alguna forma alusiva a la del fallecido. Por ejemplo, hay uno en el que descansa un payaso de la comunidad, por lo que sus colegas van disfrazados a rendirle honores. O también el caso de una joven que falleció tras padecer cáncer y murió después de su fiesta de 15 años, cuya tumba está arreglada como si fuera su habitación, con adornos alusivos a las quinceañeras. “Los despiden como en vida eran”, dijo.