Casadas con un casi sacerdote
Los diáconos permanentes tienen deberes similares a los de un cura ❚ Para ordenarse necesitan el permiso de las esposas
Raúl Velásquez fue expulsado del seminario. Su amor por Dios era inmenso, pero también lo eran sus sentimientos por Holanda Mendoza, la mujer con la que este año cumple cinco décadas de casados.
Tenía solo 15 cuando estudiaba para ser sacerdote, pero un día el director espiritual le mostró la foto de la Virgen en una mano y en la otra la de Holanda. ¿A quién prefieres?, preguntó. “A las dos”, sostuvo Velásquez. Aquella respuesta significó su salida del centro religioso, pero no su alejamiento de la Iglesia. Casi cincuenta años después se convirtió en diácono permanente.
“No soy sacristán ni monaguillo. Nosotros compartimos el altar con el sacerdote”, explica Velásquez, quien también es abogado, docente y psicólogo. Para su esposa, quien también quiso ser monja, esta decisión ha mejorado sus vidas. “A él le ha cambiado el carácter y ahora se queda aquí y me ayuda a cocinar”, explica.
PARA SABER
Requisitos Los candidatos deben ser presentados por un párroco. Además, es necesario que sean personas que vivan los valores cristianos y morales.
Profesión No todos los diáconos permanentes reciben alguna remuneración. Por ello, deben tener una profesión que les genere ingresos.