La tripa mishqui, un platillo tradicional servido al paso
El secreto de este plato es el sabor especial que le dan ciertas hierbas ❚ La mayoría de quienes lo ofrecen tienen hasta cuatro décadas en el negocio
EL DETALLE Costumbres. Unas quince familias se dedican a esta actividad. Sus antepasados migraron a otras ciudades en las décadas de los años 60 y 70. GASTRONOMÍA
Ellas no se conocen. Sin embargo, comparten historias similares. Encontraron en la venta de la tripa mishqui y cuero asado con carne una forma de emprender y sacar adelante a sus familias.
El bocadillo es preparado de las vísceras de la vaca y del chancho. El bofe, bazo, tripas, cuero, ubre, carne, entre otros, forman parte de este exquisito plato, que es una tradición en cientos de familias de la ciudad de Machala, en la provincia de El Oro.
El humo que se expande a varias cuadras lleva en sí el olor característico de este platillo tradicional del país. Los comensales lo consumen por su poder curativo o para darle un gusto a su barriga que, a decir de ellos, después de las 14:00, les entra una ‘leona’ que no se la pueden aguantar.
El guineo verde cocinado y que es producido en la Costa ecuatoriana es parte del acompañamiento del menú. Aunque hay una sola persona que se diferencia del resto. Ella lo vende con verde asado. Además del buen ají y una salsa de cebolla y rábano. Todas las asaduras son aliñadas con productos naturales.
El carbón que estaba a fuego intenso hacía lo suyo. Mientras con un tenedor daba vueltas a las tripas para que vayan cogiendo color y sabor. Era doña Luz Imelda Chillogalli, quien por más de 30 años se dedica al negocio de la tripa mishqui.
La experta, oriunda de la ciudad de Cuenca, provincia del Azuay, empieza su jornada desde las 15:30. Pero antes de eso se levanta temprano para ir al mercado, en busca de los implementos que necesitará ese día de trabajo. Ya en su casa comienza con el lavado y cocinado de las vísceras de las reses. Unos cuarenta mi-