DECLARACIÓN
El jefe del Estado Mayor colombiano, Ricardo Jiménez, aseguró que con la muerte de Guacho mejorará la situación en el sur del departamento de Nariño, fronterizo con Ecuador.
“No puedo afirmar ni negar nada, pero no creo que esté muerto. Y si así fuera, eso no importa porque vendrá otro en su lugar”, sentenció Mina, parado bajo aquel techado que deja entrever débiles rayos de sol.
El hombre, al igual que otros moradores de ese sector, había oído el rumor sobre la eliminación de Guacho a manos de soldados colombianos, tras ser confirmado por Iván Duque, presidente de ese país.
María Tiacú, otra habitante de la zona, coincidía con su vecino. Pero considera que si la muerte del narcoterrorista que sembró el miedo en la frontera llegara a confirmarse al cien por ciento, eso daría mayor tranquilidad a su vecindario.
“Vivimos con ese miedo de que ocurra algo nuevamente”, comentó la mujer, quien perdió la totalidad de su casa con la horrenda detonación.
A pesar del momento tenso, San Lorenzo no ha perdido la aparente tranquilidad que reina desde el cese del estado de excepción, en agosto pasado.
Los carros circulan sin contratiempos y la gente camina por las avenidas principales sin preocupación. Incluso la entrega de fundas navideñas para los niños del cantón, en el Estadio Municipal, se realizó con cerca de 2.000 personas en los graderíos.
Renán Miller, comandante de Policía del Distrito San Lorenzo, dice que cumplió las órdenes superiores de reforzar el cantón con más agentes. “Tenemos siete Unidades de Policía Comunitaria y en cada una se aumentó un contingente de cinco compañeros”, detalló.
Lo hicieron porque también conocieron de la muerte del exguerrillero más buscado en Ecuador y Colombia. Temían que tras el hecho, ocurran nuevos atentados en el distrito, así como en Mataje. Además, la única confirmación que tuvieron las autoridades policiales había llegado desde Colombia.