PERISCOPIO
LA INVESTIGACIÓN sobre la muerte del general Gavela, iniciada hace 8 años, aún no tiene conclusión alguna tras la misteriosa desaparición del tercer tomo del informe de Meza, a quien ahora no se lo quiere traer tal vez para que no lo haga público. La viuda del excomandante de la FAE afirma que esta lentitud se debe a que quienes pudieran aparecer como autores intelectuales del crimen están poniendo todo tipo de trabas como para que las denuncias sobre los helicópteros Dhreuv y el robo de armas a las “gloriosas” no se enclarezcan. LA ASAMBLEA aprobó con una gran mayoría (a excepción de los correístas autores del “desaguisado” anterior) las reformas a la Ley de Comunicación que había servido en la “década ganada” para meter la mano en la prensa, como se la metió en la Justicia, y considerarla no un derecho de la ciudadanía amparado por la libertad de expresión sino un “servicio público”. Se suprimió la dictatorial Supercom y también el linchamiento mediático. Pero, no se puso en orden a la asignación de frecuencias radiofónicas que habían sido “feriadas” dándoles todo el poder monopólico a tres poderosos grupos (uno extranjero) que se llevaron frecuencias a su antojo. EL CONSEJO de la Judicatura, que en la década pasada se hizo de la vista gorda y hasta alentó las arbitrariedades de sus subordinados, esta vez ya innovado aunque con vocales todavía transitorios, va a cumplir una severa investigación sobre cientos de jueces que, al parecer, han sido cotizables y han mandado a sus casas a gran cantidad de ciudadanos que han delinquido gravemente y que deberían estar “en chirona”. El asambleísta Serrano señaló el caso de cuarenta narcos que, con delitos comprobados, ahora gozan del aire puro de la libertad, sin “grilletes” siquiera.