Bolsonaro apunta a la “basura marxista”
Ratifica sus promesas de campaña en Brasil antes de su asunción
Un Jair Bolsonaro decidido a satisfacer a su electorado más conservador se apresta a asumir hoy la presidencia de Brasil, en medio de medidas de seguridad extremas.
Después de prometer el sábado liberalizar por decreto la posesión de armas, el exmilitar de 63 años declaró ayer en otro tuit la guerra a la “basura marxista” que, según dijo, explica la baja calidad de la enseñanza en Brasil.
“Una de las metas para sacar a Brasil de las peores posiciones en los rankings de educación del mundo es combatir la basura marxista que se instaló en nuestras instituciones de enseñanza”, escribió.
Bolsonaro, que sobrevivió en septiembre a una puñalada en el abdomen asestada por un exmilitante de izquierda, expresó sin embargo el 10 de diciembre ante la corte suprema su voluntad de superar la polarizada campaña para convertirse en “el presidente de los 210 millones de brasileños (…) sin distinción de origen, raza, sexo, color o religión”.
Hoy, será proclamado en Brasilia 38º presidente del gigante sudamericano, en medio de un impresionante dispositivo de seguridad.
“La fiesta está pronta. Será segura, la coronación de un proceso democrático”, afirmó el domingo Sergio Etchegoyen, jefe del Gabinete de Seguridad Institucional de la Presidencia tras el ensayo de la ceremonia.
Figurantes simularon el trayecto de Bolsonaro y su esposa Michelle por la Explanada de los Ministerios. Pero es una incógnita si lo harán en auto descapotable, un Rolls Royce usualmente utilizado para los traspases de mando.
El recorrido va de la Catedral al Congreso -donde será investidoy al Palacio de Planalto, para el traspaso de la banda presidencial con el saliente Michel Temer. Por la noche, habrá una recepción en el Palacio de Itamaraty (cancillería).
La ceremonia, para la que se esperan de 250.000 a 500.000 personas, estará vigilada por un sistema antimisiles, aviones de combate y un riguroso control en suelo.
El operativo velará también por los mandatarios y autoridades extranjeros presentes, como el primer ministro israelí Benjamin Netanyahu y el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo.
EL DETALLE Controles. El público tendrá que atravesar por lo menos cuatro puntos de control y detectores de metales instalados en lugares aleatorios.