Una sátira política gana el concurso de años viejos
El trabajo de Juan José Jaramillo hace referencia al tráfico de influencias
Aunque en los requisitos para participar en el certamen se menciona que los trabajos deben tener “una temática social de hechos de actualidad que no sean políticos”, la propuesta que ganó la edición de este año hablaba del tráfico de influencias en los cargos públicos y de la malversación de los dineros del Estado. Hasta mencionó algo de los diezmos.
Este trabajo fue elaborado por Juan José Jaramillo, quien lo tituló ‘El infierno del Dante’, y fue uno de los 75 artesanos que inscribieron sus proyectos en el certamen que organiza cada año el Municipio.
El concurso se desarrolla a lo largo del malecón Simón Bolívar la tarde y noche del 31 de diciembre. Los ganadores son anunciados a las 20:30 del mismo día, luego de que un jurado compuesto por cuatro personas revisa los trabajos que se exhibieron en tres tarimas.
Esta vez, se repartieron ocho mil dólares entre siete ganadores. Además de Jaramillo, ganaron Lenín Mera Constante, el segundo lugar, con ‘150 Km/hora’, que hace referencia a los efectos de los excesos de velocidad.
Franklin Agraces Jaramillo, ocupó el tercer puesto con ‘La casa de los espantos’.
Los siguientes ganadores de la edición de este año son Carlos Jurado Ronquillo, el cuarto; Anthony Agraces Camejo, en quinto; Roberto Mayorga Pilco, en sexto; y, Guido Sacoto Argudo, en último lugar.
Para este concurso se destinaron tres tarimas de 50 metros cada una, las cuales alternaban con otras once, que estuvieron destinadas para los espectáculos artísticos, en las que se desarrolló lo que la Empresa Pública Municipal de Turismo, organizadora de estos eventos, anunciaron como la ‘Megafiesta de Fin de Año’.
Para estos eventos se esperaba la presencia de 40.000 personas aproximadamente.
Unas de las particularidades del festejo fue que a eso de la una de la madrugada, frente al escenario principal, entre quienes disfrutaban de las presentaciones artísticas eran más numerosos los venezolanos residentes que los guayaquileños.