Brasil y EE. UU. aliados en la lucha contra el autoritarismo
Bolsonaro empieza su Gobierno alineado con Estados Unidos ❚ Sérgio Moro promete ampliar la lucha anticorrupción ❚ Optimismo en los mercados
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, puso ayer manos a la obra para implementar su programa conservador y de realineamiento con el Estados Unidos de Donald Trump, en una alianza de dos de los principales exponentes de la ola nacional-populista mundial.
“Ha habido una larga tradición en Brasil de elegir presidentes que por alguna razón eran enemigos” de Estados Unidos, dijo Bolsonaro a periodistas estadounidenses, tras reunirse con el secretario de estado Mike Pompeo.
EL DETALLE Justicia. El nuevo ministro de Justicia, Sérgio Moro, prometió ampliar su cruzada anticorrupción, iniciada como juez de la Operación Lava Jato.
“Ahora es todo lo contrario, somos amigos”, celebró.
Previamente, el nuevo canciller, Ernesto Araújo, explicó tras reunirse con Pompeo, que las dos mayores economías del hemisferio trabajan “por un orden internacional diferente”. Y explicó que Brasil “se está realineando consigo mismo, con sus propios ideales”, rompiendo con décadas de búsqueda de equidistancia de las grandes potencias y de refuerzo de las relaciones Sur-sur.
En el plano interno, el nuevo Gobierno decidió entregar la demarcación de las tierras indígenas al Ministerio de Agricultura, representante de los intereses del pujante sector del agronegocio, uno de los principales aliados del presidente de ultraderecha.
Bolsonaro despejó cualquier posible duda sobre su voluntad de cumplir con sus promesas de campaña, recordando en Twitter el rumbo que pretende dar a un mandato que debe extenderse hasta el 31 de diciembre de 2022.
“Nuestro discurso de asunción, que es nuestro eje de gobierno”, escribió ayer, junto a un vídeo de su intervención la víspera frente al Palacio de Planalto, donde dijo que el 1 de enero de 2019 sería recordado como “el día en que el pueblo empezó a liberarse del socialismo, de la inversión de valores, del gigantismo estatal y de lo políticamente correcto”.
Los mercados, que apoyaron a Bolsonaro durante la campaña, reaccionaron con prudencia a los primeros discursos, esperando definiciones sobre los compromisos del ministro de Economía, Paulo Guedes, de proceder a ajustes y privatizaciones para sanear las cuentas públicas.
La principal expectativa remite a la reforma del régimen de jubilaciones, sobre la cual nadie ha dicho por el momento una palabra.
La Bolsa de Sao Paulo operó durante la mañana en leve baja, pero después del mediodía invirtió la tendencia y ganaba 0,63 %. El real se reforzó frente al dólar, que se cotizaba a 3,853 reales, frente a 3,877 al cierre del viernes.
En su primera medida como presidente de Brasil, Bolsonaro decretó subir el salario mínimo a 998 reales (262 dólares), levemente por debajo de los 1.006 reales proyectados por el Gobierno del presidente saliente Michel Temer.