Parar la refinería de Esmeraldas costará 37 millones de dólares
Petroecuador programó para marzo detenerla para mantenimiento
Las malas noticias continúan. Por las irregularidades encontradas en los cinco proyectos hidrocarburíferos considerados emblemáticos para el anterior régimen, al Gobierno le tocará tomar decisiones que le ocasionarán más pérdidas económicas.
Una de estas es la paralización programada para marzo de la Refinería de Esmeraldas, la cual presenta problemas tras la repotenciación que se realizó durante la administración del expresidente, Rafael Correa, para lo que se presupuestó 754 millones de dólares; sin embargo, el costo final fue 2.223 millones de dólares, según refleja el informe de evaluación que hiciera la empresa ICC- Tecnatom (España) con el aval del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
Según las cifras que maneja Petroecuador, la paralización le costará al Estado, 37 millones de dólares (ver infografía).
Para el experto petrolero, Luis Calero, la decisión es acertada, tomando en consideración la evaluación. Advierte que durante esta paralización el Ecuador deberá importar derivados de petróleo para cubrir la demanda, ya que durante los 54 días la refinería dejará de producir. “Esperamos que dentro de los 37 millones esté la importación de derivados”, dijo a EXPRESO.
Calero precisó que el monto previsto para la paralización está sujeto también al valor del barril de petróleo, por lo que de haber fluctuación en el costo del crudo, también habrá en el monto de pérdida.
En cuanto al poliducto Pascuales - Cuenca, el cual se encarga de transportar gasolina, diésel y gas licuado de petróleo (GLP) presenta graves problemas de cimentación (se está hundiendo), y su producción es solo del 50 % de su capacidad, donde siete de las 15 bombas están paralizadas.
Ante esta realidad, el poliducto para poder ser reparado se necesita 48 millones de dólares; sin embargo, está supeditado a una nueva evaluación por parte de la Escuela Politécnica Nacional. “La Politécnica ya está trabajando, y según los resultados de esta evaluación se determinará si es reparable la terminal de Cuenca o se tiene que demoler y hacer una nueva”, dijo Jhon Ochoa, gerente de Transporte de Petroecuador.
Para Luis Calero, por los combustibles que se transportan por el poliducto, el Gobierno debería suspender el funcionamiento del poliducto, y evitar desgracias mayores, y regresar al traslado de combustibles en tanqueros, hasta determinar, definitivamente, qué se hará con la obra.
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