El Vaticano sale a la pista
Atletas de toca, sotana, guardias suizos y otros empleados pontificios integran la asociación deportiva ❚ La federación podrá correr en Italia y el resto de Europa
Sacerdotes, monjas, guardias suizos y otros empleados laicos del Vaticano corriendo (literalmente) juntos para alcanzar el cielo. Es el espíritu de la primera asociación deportiva del Vaticano, la llamada Athletica Vaticana, un equipo de atletismo formado por toda la variedad de trabajadores de la Santa Sede, que quiere demostrar que el deporte puede ser un instrumento de solidaridad.
LA FRASE El sueño que hemos tenido es ver la bandera de la Santa Sede en los Juegos Olímpicos.
No es el único grupo deportivo del Vaticano, que ya cuenta con un equipo de fútbol y otro de críquet, pero sí es el primero con proyección fuera de los muros del antiguo Estado pontificio. Nació en septiembre de 2017 de la unión espontánea de un conjunto de trabajadores y el jueves dio un salto y pasó a ser una asociación oficial, afiliada a la Federación Italiana de Atletismo (Fidal), en la cual además es el primer grupo extranjero inscrito. La asociación, que cuenta con unos 60 socios, atletas de élite con toca, sotana y pasaporte vaticano, firmó también un acuerdo de colaboración con el Comité Olímpico Italiano (CONI).
El objetivo, según explicó en una rueda de prensa el español Melchor José Sánchez de Toca y Alameda, subsecretario del Consejo Pontificio para la Cultura y presidente de Athletica Vaticana, es “divertirse y correr”. Y también participar en todo tipo de eventos, también internacionales. Gracias al pacto con el CONI, la asociación podrá participar en las competiciones de Italia y del resto de Europa y tendrá su primera carrera el 20 de enero por las calles de Roma.
Correrán juntos sacerdotes, guardias suizos, monjas y empleados de las oficinas vaticanas, desde carpinteros a agricultores, pasando por bomberos, periodistas, farmacéuticos o trabajadores de los Museos Vaticanos, a los que se suman dos atletas ‘honorarios’: Buba Jallow, un joven de 21 años procedente de Gambia, y Amsou Cisse, un senegalés de 19. Son solicitantes de asilo y viven en un centro de acogida a las afueras de Roma. Además, la asociación firmó un memorando de entendimiento con la Federación Italiana de Deportes Paralímpicos y Experimentales. Con estos gestos pretende demostrar que el deporte puede
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