Cinco canteras afectan más a urbanizaciones
El Municipio debe regular el área de extracción en zonas que antes estaban a cargo de la Agencia de Regulación y Control Minero
LAS CIFRAS 17 CANTERAS se levantan en la zona, según Arcom, De ellas, solo tres tienen licencia ambiental. 8 ZONAS DE extracción pasarán a manos del Cabildo, que controla áridos y pétreos. ESCENARIO
Llevan años peleando por una guerra que hasta ahora no encuentra solución y que cada vez más enferma y molesta a los habitantes de vía a la costa.
A lo largo del tramo Perimetral Chongón, hay 17 canteras, de las cuales, según dijo a EXPRESO en octubre el entonces ministro de Ambiente Humberto Cholango, 14 no tienen licencia ambiental, lo que las obliga a operar sin control.
Los residentes, cuyas molestias han sido publicadas por este Diario en reiteradas ocasiones, afirman llevar años conviviendo con las alergias y sin poder dormir, escuchando caer los trozos de piedras sobre los techos cada vez que hay explosiones y siendo testigos de esas nubes interminables de polvo que se forman, dicen, a cualquier hora del día.
“Por años la presencia de estos lugares nos han obligado a vivir en un terreno minado, donde solo escuchas el boom, boom, boom, como si estuviéramos en una guerra...”. Si el ruido que provocan, que en efecto se ha aminorado, advierte Carlos Pástenes, administrador de la ciudadela Vía al Sol, es precisamente porque el hecho fue denunciado a las autoridades. Y aunque la medida ha restado en algo sus molestias, no se sienten conformes.
Ellos, al igual que los representantes de la Federación de ciudadelas de vía a la costa, reconocen que las canteras llegaron primero a la zona, pero dicen que cuando les vendieron las casas les indicaron que los trabajos terminarían en 2015. “Entonces nos han mentido, hemos sido abandonados por todos”, lamenta Guillermo Ayala, miembro y presidente de la administración de Puerto Seymour.
“El Ministerio de Ambiente que no las clausura, sabiendo aún lo que pasa; el Municipio de Guayaquil, que a través de la dirección de Ambiente no hace nada, alegando que la responsabilidad es del Ministerio; y el mismo Ministerio de Salud, que pese a que reconoció, mediante un informe en el 2011, que la población vivía con afecciones respiratorias y sordera nerviosa, no hizo nada”. Todos, concuerdan los integrantes, tienen algo de culpa.
A esto, suma Pástenes, el hecho de que el Cabildo haya permitido el levantamiento de las urbanizaciones. “Si sabía lo que provocan y que ellas iban a permanecer aquí más tiempo, entonces por qué permitió que la zona se urbanice”.
Expertos consultados por este Diario coinciden en la falta de planificación, pero eso ya no es noticia. Hay que pensar en el mañana. “Ya la ubicación de las canteras no resulta viable en vía a la costa por la alta densidad poblacional. La Constitución de la República garantiza el derecho a la ciudad, que establece calidad ambiental de las ciudades, y eso no se está cumpliendo aquí”, observa el magíster en planificación urbana regional y morador de vía a la costa Luis Alfonso Saltos.
Las quejas de los moradores han llegado a casi todas las instancias. Portal al Sol, uno de los conjuntos residenciales que colinda prácticamente con una cantera, ya denunció en el 2016 los efectos que estas generan, entre ellos, que se esté explotando 20.000 metros cuadrado de un área protegida.
“La Arcom y el Ministerio de Ambiente lo confirmaron, pero tampoco se ha hecho nada”, dice Ayala. Otros residentes, como Mina Quiroz, de Valle Alto, hacen énfasis en el comunicado público que el alcalde Jaime Nebot hizo el 20 de septiembre,