Otras cinco propuestas, en marcha
El banco de alimentos empezó a trabajar en la urbe en 2011. Entre los programas que manejan, además de Fruver, está el Banco de medicinas, ‘Desayunos para mejores días’, que da desayunos a niños de escasos recursos, ‘La tiendita’, que vende prendas de vestir, artículos de higiene personal y de hogar a bajo costo y el huerto comunitario, que funcionan en las instalaciones de la entidad, en la ciudadela Nueva Prosperina e impulsa la alimentación saludable.
Mendieta confiesa que el trabajo se ha hecho a punta de prueba y error. Al inicio, recuerda risueña, los voluntarios no solo debían armarse de paciencia para aceptar los rechazos de los comerciantes, sino también para recibir insultos. “El director de Mercados del Municipio, Gustavo Zúñiga, y el ingeniero Milton Zapata, director del mercado de Montebello, fueron súper receptivos con la propuesta y nos ayudaron muchísimo, pero con los comerciantes nos costó mucho más. Al inicio no querían colaborar o si nos daban, nos mandaban hasta a los tachos de basura a recoger verduras. Fue muy duro hacer que nos aceptaran y que entendieran qué es lo que estábamos haciendo”.
3,1 millones de toneladas de comida se desperdicia en el país al año, comida que podría alimentar a quien lo necesita.
Sin embargo, hoy por hoy, son los propios comerciantes los que guardan los productos para la donación.
Los resultados de esta primera etapa darán paso a una segunda que iniciará este año; la expansión de Fruver a otros mercados municipales. “Eventualmente abarcaremos toda la ciudad. Queremos que este sea un movimiento enorme y podamos ayudar a mucha gente”.