Se acumulan toneladas de provisiones
Autoridades organizan el cargamento con ayuda humanitaria de EE. UU. para Venezuela en un centro de acopio dispuesto en el puente internacional de Tienditas, en Cúcuta (Colombia). El paso a Venezuela está bloqueado por militares venezolanos con dos camiones y una cisterna. Las bolsas de alimento beneficiarán, por varios días, al menos a 5.000 venezolanos y los kits de higiene a unas 7.500 personas. el control sobre un conjunto de caserones alrededor del edificio conocido como Bloque 26.
Alexis Vive es formalmente una fundación, pero muchos de sus miembros están dispuestos a convertirse en la última línea de defensa del régimen.
Jefferson González, de 25 años, recibe con cordialidad a los visitantes dispuestos a escuchar el funcionamiento de la comuna, sus proyectos y su versión de la realidad, en esencia un guion de retórica marxista, determinista y antimperialista. Sus palabras son menos amables. “A Juan Guaidó hay que meterlo preso. Nuestro presidente es Maduro”, dice en referencia al presidente interino que desafía al sucesor de Chávez. Afirma creer en el diálogo, pero no en la negociación.
Aunque concede que “hay ineficiencia en algunos miembros del Gobierno” recuerda que hasta en las mejores familias hay una oveja negra.
“Si los gringos aprietan la guerra económica, nosotros nos estamos preparando para sobrevivir”, añade enseñando un pequeño campo de yuca. Habla de paz, de la importancia de la educación, de convivencia, pero según sus condiciones. Rechaza la llegada de ayuda humanitaria. Alguien le contó que la que llegó a Libia “fue para matar a niños”. Se lo creyó.
“Son unas organizaciones que han sido puestas como fuerzas de choque. Actúan como tal en algunos momentos, sí han recibido apoyo financiero y abundante por parte del Gobierno”, explica Roberto Briceño León, docente de Sociología y director del Observatorio Venezolano de Violencia.
“Hay un vecino que hace mucha bulla o molesta y ellos acuden. Pero además hacen funciones políticas. Si cacerolean o protestan en un barrio, ellos van”, continúa el experto en estos grupos. “Han limpiado los barrios de venta de drogas, pero es cierto que algunos grupos empiezan a entrar como bandas criminales, limpian pero se quedan con el negocio”.