¿Por qué no cae?
Omitiendo los países donde existen gobiernos sectarios, adoctrinados sociocomunistoidemente y que sin justificación alguna apoyan al gobierno de Maduro el usurpador, dando muestras de una ceguera total, una gran cantidad de naciones cuya génesis reivindicatoria cultivó la razón exaltando el pensamiento cual bases de una verdadera democracia, sindican públicamente al gobierno de Venezuela, cuyo solio presidencial está ocupado por un energúmeno ignorante, tirano y asesino sanguinario encarcelador y vapuleador del pensamiento opositor, y destructor de una Venezuela maravillosa en todos los aspectos, social, sanitario, educativo, administrativo y financiero, que ha llegado prácticamente al descalabro total.
No cae al estar protegido por una élite militar de carácter mixto, en donde según mencionaba Gallegos, hay prácticamente un 8 % de elementos cubanos que defenderán sus canonjías a sangre y fuego, al haber alcanzado un ‘status’ muy interesante y diferente de la esclavitud socioeconómica que sufrían en Cuba y que hoy, cual sanguijuelas bípedas, ansían seguir succionando la sangre llanera hasta dejar a la nación exangüe.
Debido a una serie de influencias y conveniencias, Venezuela se convirtió en un narcoestado y los vínculos establecidos entre los funcionarios y la droga son de tal fortaleza que no será fácil romperlos, habida cuenta de los pingües beneficios que ha generado esta simbiosis.
Existe por otra parte, la evidencia de un estado-policía donde la guardia nacional y los militares adscritos, conjuntamente con los mercenarios matraqueadores, atacan permanentemente a la población, encarcelando y posteriormente torturando a los manifestantes capturados con miras a silenciarlos.
Cientos de empresas han cerrado sus puertas, los medios de comunicación han sido asaltados, saqueados y obligados al silencio, la población civil no tiene alimentos y carece de atención médica, lo cual ha incrementado los índices de morbi-mortalidad de manera particular en relación a las enfermedades catastróficas. Sin derramamiento de sangre, ¡Venezuela clama por su libertad!
Y sigo andando…