Los afectados por el incendio del suburbio duermen en casa de parientes y vecinos
Son cuatro familias. Varios niños, sin ropa ni comida. Piden ayuda
Le dicen la Peluda y vive desde el lunes pasado en la memoria de los vecinos de la Octava y Diez de Agosto como la mujer que dejó sin hogar a cuatro familias.
La presunta ‘villana’ es, aseguran quienes la conocen, adicta a las drogas y problemática. Pasa de los cincuenta y vivía con un hijo de 19 que también tenía problemas de adicción.
La Peluda se llama Betty y hoy está detenida por un incendio que supuestamente ocasionó con gasolina. No tiene familia que dé declaraciones.
En el barrio, todo el mundo recrea la historia: “su conviviente murió”, “la casa que quemó era de los familiares de él”, “le habían pedido que se vaya y ella amenazó con primero quemar el lugar”, “tenía un galón de ácido por si su ex familia política se acercaba a intentar sacarla...”.
Betty fue detenida para investigaciones, dejando a su paso cuatro familias sin techo. Quemó su casa, aceptó ella frente a las autoridades, pero el daño ocasionado fue tal, que dos viviendas más, en las que residían cuatro familias, lo perdieron todo. Y todo es todo.
María Suárez es la dueña de uno de los predios. Entre hijos, nietos y familia política viven diez, incluidos seis niños que hoy no tienen ni ropa ni dónde dormir. Algunos pidieron ayuda a varios vecinos.
De las casas solo quedan paredes negras y ceniza. Un montón de escombros seguían la mañana de ayer arrumados en el exterior de las viviendas, a la espera del recolector.
En la mañana de ayer, los bomberos llevaron víveres, pero en la tarde se encendía de nuevo la preocupación de dónde pasar la noche.
María Tigreros es otra de las afectadas. Recuerda haber escuchado a Betty gritarle al hijo. “Lo echó de la casa antes de quemarla”, asegura.
El incendio empezó a las 16:00 del lunes. A esa hora, una de las vecinas dormía con una nieta en una de las habitaciones. “Pudimos salvarnos de milagro”, asegura.
Hoy los damnificados piden, además de víveres o ropa, donaciones de materiales de construcción para volver a ocupar sus terrenos.
Y mientras ellos intentan reconstruir la vida que se les fue con las llamas de una venganza, la imagen de Betty se desdibuja en cada uno de los testimonios que se recogen en medio de escombros negruzcos tras el incendio de ese día. La Peluda es leyenda hoy.
EL DATO Equipo. Treinta unidades del Cuerpo de Bomberos se trasladaron a la zona para controlar la emergencia la tarde del lunes pasado. No hubo heridos.