La burocracia tropieza con la transparencia de AMLO
El Gobierno de López Obrador presume que 19 altos funcionarios mexicanos han hecho públicos sus datos patrimoniales ❚ Algunos se han resistido a hacerlo
La transparencia ha dado dolores de cabeza a los secretarios del gabinete de Andrés Manuel López Obrador, también conocido como AMLO. En algo más de una semana, la polémica ha tocado a tres destacados ministros de un Gobierno vehementemente comprometido con el combate a la corrupción. El esfuerzo por dar transparencia a los patrimonios de la alta burocracia ha revelado propiedades ocultas en Texas de los encargados de los ministerios de Gobernación (Interior) y Comunicaciones y Transportes. También ha matizado la trayectoria curricular del encargado de la Secretaría de Educación Pública, quien ha terminado por reconocer que no ha concluido la segunda licenciatura de la que presumía. Los expertos consideran que este es un buen ejercicio para arrojar luz sobre la administración pública que ha vivido en la opacidad en los últimos sexenios.
EL DETALLE La Presidencia deberá informar sobre los viajes de los expresidentes Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto, ordenó el organismo de transparencia mexicano.
Esteban Moctezuma, el secretario de Educación, es el hombre encargado de sepultar la polémica reforma educativa aprobada en el gobierno de Enrique Peña Nieto. El funcionario, quien tiene una maestría en Filosofía en Cambridge, ha sido uno de los más recientes afectados por la orden expresa de López Obrador de informar con transparencia de bienes y trayectorias en una plataforma pública accesible en Internet. El presidente había dado un ultimátum a sus colaboradores para hacerlo. El domingo, el currículum de Moctezuma, titulado en Economía, fue rectificado con una nota: “preciso que estudié la carrera de Derecho y debo presentar unas materias faltantes para concluir”.
Un día después, el lunes, el diario Reforma publicó que Javier Jiménez Espriú, el ingeniero a cargo del Ministerio de Comunicaciones y Transportes, había omitido incluir en su declaración patrimonial un apartamento en Houston, Texas, que tendría un costo de 346.000 dólares (6,6 millones de pesos). La revelación periodística lo obligó a dar explicaciones por el apartamento en Estados Unidos.
Reforma también reveló el 6 de febrero que Olga Sánchez Cordero, secretaria de Gobernación, es propietaria de un ático que vale más de 500.000 dólares en Houston, Texas. La secretaria, quien fue juez del Supremo durante 15 años, uno de los cargos públicos mejor pagados en México, se defendió diciendo que sí lo había declarado ante la Secretaría de la Función Pública (SFP), pero que no aparecía por estar en copropiedad junto a su esposo, el notario Eduardo García Villegas.
López Obrador ha dicho esta semana que la Ley de Austeridad Republicana, pendiente de ser votada en la Cámara de diputados, obliga a los servidores públicos mexicanos a informar con transparencia sobre sus patrimonios, algo que antes no era un requisito para los funcionarios públicos. “Lo mismo se va a hacer con los funcionarios públicos que terminan su desempeño en un cargo y luego pasan a trabajar a las empresas relacionadas con el desempeño que tenían”, afirmó el mandatario el pasado martes, al sugerir una veda de una década para que un exfuncionario salte al sector privado.
Irma Eréndira Sandoval, la encargada de la SFP, dijo que el patrimonio de los 19 miembros del gabinete ya está disponible a los ojos de los mexicanos. “De los tres gobiernos anteriores somos los únicos que ha dado el 100 %
LA FRASE De los gobiernos anteriores somos los únicos que ha dado publicidad a los datos patrimoniales. IRMA ERÉNDIRA SANDOVAL, secretaria de la Función Pública
de publicidad total a los datos patrimoniales”, aseguró.
Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana (TM), consideró que el esfuerzo de la Administración de Morena es “una enorme diferencia” si se compara con lo que hizo el gobierno de Peña Nieto por la transparencia. “Cuando el secretario de Agricultura hizo pública su declaración lo que tuvo como respuesta fue el rechazo del resto del gabinete y una señal del presidente de que no había que moverse”, dijo el encargado de TM. “El contraste (entre los gobiernos) es claro, aunque con la transparencia tropiezan los funcionarios de todos los colores y de todos los partidos políticos”.