Rectificación solicitada por la Asamblea Nacional
Con relación a la nota publicada el día de hoy (14-feb.), “La Asamblea desdeña su ley”, debo hacer varias observaciones pues, como ya es costumbre del señor Roberto Aguilar, este texto carece de la debida contextualización y contrastación. Las llamadas “crónicas” de autoría del mencionado periodista, que se publican en el diario se limitan a exponer hechos aislados y matizados con las apreciaciones subjetivas del escritor.
Si bien es cierto que, aparentemente, el análisis de un proyecto de ley de tanta trascendencia como las reformas a la Ley Orgánica de la Función Legislativa tuvo una asistencia de legisladores menor a la que se esperaba, por la expectativa creada por algunos sectores políticos, y, particularmente, por los propios medios de comunicación, no es menos cierto que la mayoría de las bancadas, movimientos y partidos políticos que actúan en la Legislatura se pronunciaron con anticipación a la fecha del debate, a través de ruedas de prensa, entrevistas y demás espacios en los diversos medios, incluidas las redes sociales.
La afirmación del comunicador en el sentido que, tras escasa hora y media de intervenciones tuvo que ser suspendida por falta de cuórum, reduce el debate a las participaciones que se dan en Pleno, pero deja de lado y desconoce totalmente las declaraciones, comentarios y propuestas que se han formulado desde el 30 de enero pasado, cuando la Comisión de Justicia y Estructura del Estado aprobó el informe para primer debate.
En el presente caso, desde el martes 12 de febrero, cuando inició el primer debate, con la lectura del informe (alrededor de 40 minutos), la ponencia de la Presidenta de la Comisión de Justicia (más de 15 minutos) y la participación de cinco legisladores (50 minutos), sumado a lo que se verificó en la continuación de la sesión 577, el miércoles 13 de febrero, en que intervinieron 12 asambleístas (120 minutos), de distintas bancadas, en una simple operación matemática, supera la hora y media que subraya la nota periodística.
Sobre la alusión a que entre los que se retiraron, casi al principio, figura la propia presidenta Elizabeth Cabezas, es necesario indicar que, en efecto, en ejercicio de sus actividades como representante legal y política de la Asamblea Nacional, la economista Cabezas tuvo que asistir a una ceremonia de oficial en el Palacio de Carondelet, con motivo de la visita de Estado del presidente de la República Federal de Alemania, Frank-walter Steinmeier, de manera que no hubo ningún desinterés, ni mucho menos, de parte de la primera autoridad de la Asamblea.
Esta alusión específica a la ausencia de la economista Cabezas, deja entrever una fijación particular del comunicador por incluir en sus escritos la actitud que, según él, adopta o deja de adoptar la señora Presidenta. Llama la atención la frecuencia con la que se pretende calificar, de manera subjetiva, a la autoridad del Parlamento, ¿por qué este interés particular, o mejor dicho, esta antipatía personal?, pese a dirigirse a la presidenta en casi todas sus crónicas, no se ha solicitado información directamente que le permita contrastar sus notas.
Por lo expuesto, a fin de que no quede tela de duda respecto de la actuación de la señora presidenta de la Asamblea, quien -además- presentó una iniciativa de reformas a la Ley Orgánica de la Función Legislativa, solicito se proceda con la correspondiente rectificación, en los términos previstos en el artículo 23 de Ley Orgánica de Comunicación.
Carolina Jaramillo Garcés Secretaria de Comunicación
Asamblea Nacional