Cartas presidenciales: EP y concesiones
Antes de enredarse en concesiones, tenga en sus manos un diagnóstico de las 21 Empresas Públicas (EP) para determinar cuáles son salvables, cuáles admiten ser capitalizadas previo a ser ofertadas, y cuáles deben, asumiendo que hay poderosas razones de eficiencia y seguridad, permanecer en el ámbito público. Tal como se lo exige a todas las empresas, las EP deben ser gerenciadas profesionalmente, tener su contabilidad al día y ser auditadas externamente, pagar impuestos, hacer eficiente uso de sus capitales, no estar subordinadas a la política, y ser frugales y selectivas en el empleo de mano de obra. En caso contrario se convierten, sin los controles requeridos, en centros de corrupción. Para hacer negocios (y por eso son empresas) debe existir cultura corporativa, conocimiento y adopción de las mejores prácticas de comercio, competir de igual a igual, y pagar sueldos y salarios de mercado. Ser rentable no significa explotar a nadie, algo imposible en un mercado competitivo, sino ofertar los mejores bienes y servicios en calidad, precio, variedad, y asequibilidad para el mercado. La ineficiencia, convénzase presidente, la pagamos todos los ecuatorianos.
Si quiere concesionar entérese de lo que funciona. En la concesión del aeropuerto de Guayaquil, por ejemplo, la oferta ganadora fue la que ofreció la mayor participación de los ingresos netos (52 %, no 25 %) al municipio, basándose en un plan de negocios que hacía sentido. Para el concesionario, su cálculo fue hecho desde la perspectiva de cuánto debía invertir, visualizando el desarrollo del negocio en el tiempo. De lado quedó la discusión estéril y peligrosa de cuál mismo era el valor de la concesión.
En el caso de CNT, las cifras divulgadas respecto de $4.000 millones de valor y 25 % de reparto de utilidades para el Estado carecen de sustento. CNT tiene algo menos del 10 % de participación en el mercado de las comunicaciones, cuyo valor agregado (ventas menos costo de ventas) es, según el BCE, de $1.931 millones (2017). El valor agregado de CNT, por lo tanto, es del orden de $200 millones y su rentabilidad es una fracción de esa cifra. Una empresa no se valora sobre una servilleta; se usa el cálculo de valor presente de sus ingresos operativos y se define un múltiplo de esa cifra (5X a 6X es normal en Ecuador). La aplicación del método requiere, entre otros, de estados financieros auditados y se basa en una cantidad de supuestos para las proyecciones que las más de las veces no se cumplen. No espere que le giren un cheque por $4.000 millones. Además, ningún inversor en su sano juicio aceptará 8.000 trabajadores si detecta altos índices de redundancia. No ofrezca prebendas que cartelicen el mercado pues, por la aplicación del principio de operadora más favorecida, no podrá discriminar en contra de la competencia. Finalmente, los dineros que se originen en estos pagos y flujos deberán servir para conformar un fondo soberano, patrimonio de los ecuatorianos en el tiempo, y no ser utilizados para aumentar el gasto público.
Le doy un consejo que Ud. no me ha pedido: contraste opiniones y no se deje capturar por los puntos de vista de una sola persona o grupo de personas. Ud. es el responsable, no sus asesores.
Le doy un consejo que Ud. no me ha pedido: contraste opiniones y no se deje capturar por los puntos de vista de una sola persona o grupo de personas’.