INVITADO DE LUJO
Rolando Vera (d) participó por primera vez en la Carrera EXPRESO en el año 1984, quedando en segundo lugar. El Chasqui de Oro ganó en cuatro oportunidades (1986, 1987, 1988 y 1989) la afamada San Silvestre.
que se comenzaron a crear las categorías.
Es así como, además de la élite, surgieron divisiones como: escolares, colegiales, divertidos, juveniles, máster, dinosaurios, súper dinosaurios, especiales, interfuerzas, etc. De esa forma la Carrera EXPRESO, además de ser una competencia deportiva, se convirtió en un evento masivo que reunió a la familia guayaquileña.
Pero el ambicioso proyecto no conoce límites. Desde Manabí, El Oro, Pichincha, Azuay, Esmeraldas, Santa Elena, Napo, Orellana, Cañar, Cotopaxi, Carchi, Chimborazo, Bolívar, Loja, Imbabura, Los Ríos y todas las demás provincias
TRIUNFOS El atleta angoleño Joao N’tyamba es el que más victorias suma en la historia de la Carrera EXPRESO.
del país comenzaron a llegar mareas humanas para incorporarse a un evento con el que el deporte rinde un justo homenaje al Puerto Principal.
Atletas profesionales vieron aquí la oportunidad propicia para medir su potencial de cara a pruebas trascendentales, incluidos los Juegos Olímpicos. Néstor Jami, Silvio Guerra, Byron Piedra, Sandra Ruales, Vilma Guerra, Martha Tenorio, Yolanda Quimbita, Teresa Paucar, Iglandini González, Genoveva Gelagat, Diana Landi, Joao N’tyamba y Rolando Vera son algunos de los nombres que engalanaron la nómina de competidores, dando a la competencia pedestre un ingrediente que no cualquiera puede tener: jerarquía.
La empresa privada y entidades como el Municipio de Guayaquil se sumaron a la iniciativa, dándole la fortaleza para institucionalizarla.
Hoy, los candidatos a la alcaldía se pronuncian y se comprometen a respaldarla, incluso incluyéndola en el programa de festejos julianos, con el objetivo de que los ciudadanos cuenten, ya de manera oficial, con un evento que combine el deporte con el turismo.
A todos les parece que esta es una buena herramienta para guiar a la juventud, poniéndola a salvo de los vicios que hoy amenazan la estabilidad de la familia y de la sociedad.
La idea de los organizadores es delinear una ruta que en sus 21 kilómetros recorra los principales puntos de atracción turística, para que nacionales y extranjeros puedan disfrutar de la variedad arquitectónica que tiene nuestra ciudad.