Alianzas Público-privadas: empresa y Estado como aliados
Hace unas semanas el Gobierno mostró intenciones de concesionar algunas empresas públicas, evidenciando su interés en darle mayor participación al Sector Privado en la provisión de servicios públicos. Sin duda es una gran decisión por parte del Estado puesto que esto conllevaría muchos beneficios para el país, entre ellos: reducción del gasto público, mejora en la calidad de los servicios y eficiencias en los procesos. Las alianzas entre entidades públicas y privadas siguen siendo, hasta la fecha, objeto de mucho debate académico y político debido a que hay cierta aversión a darle control de los servicios públicos a manos privadas, pese a que eso también implica la transferencia de riesgos operativos y financieros. Lo cierto es que la colaboración público-privada contribuye a una mayor eficiencia y calidad en la asignación de recursos.
La presencia de las Alianzas Públicoprivadas (APP) a nivel latinoamericano ha tomado mucha fuerza en los últimos años, y ha representado una herramienta de mucha ayuda para el desarrollo económico. Los contratos de las APP van a depender mucho de las tareas que asuma el sector privado, pudiendo ser: diseño, construcción, financiamiento, mantenimiento, transferencia y/o concesiones. La mayoría de las APP en Latinoamérica se basan en contratos de mantenimiento y financiamiento de hospitales, construcción y diseño de carreteras, gestión de centrales eléctricas, arrendamiento de suministros de agua, producción independiente de energía eléctrica y concesiones aeroportuarias.
Generalmente los proyectos de las APP son exitosos, y están relacionados con el nivel de rigurosidad que se aplique en cada etapa del proceso. En ese sentido es fundamental la transparencia de las licitaciones. Chile es un claro ejemplo de cómo se deben hacer las cosas. Posee un sistema de concesiones basado en el desarrollo y la conservación de la infraestructura pública. El Ministerio de Obras Públicas de Chile, a través del Decreto N°900, otorgó distintas direcciones y un marco institucional para hacer participar al sector privado en los procesos de inversión, administración y mantenimiento de distintas entidades públicas, a cambio del cobro directo de tarifas a los usuarios o de la activación de determinados subsidios focalizados. Mediante esta política pública, el país chileno ha logrado mejorar la productividad pública. Las concesiones han sido la clave de una transformación clara y confiable que entrega garantías a toda la población chilena. En este 2019 Chile ratificó su compromiso con las APP. El Ministerio de Economía lanzará un proyecto con ayuda del sector privado dedicado a las tecnologías digitales, este proyecto involucrará a más de 25 mil Pymes de las que se espera mejorar la productividad por medio de la capacitación digital. En la misma línea se encuentra Perú. Esta nación promueve la participación de la inversión privada mediante las APP. Estas alianzas están reguladas bajo el decreto N°1362, y tiene como objetivo incorporar la experiencia, los conocimientos, equipos, tecnología del sector privado con el objeto de crear, desarrollar, mejorar, operar y mantener la infraestructura pública, con el objetivo de impulsar el crecimiento del país.
Pero al final del día, el mayor beneficiario de las APP son los ciudadanos, que no solo recibirán servicios con mayor eficiencia, sino que además podrán incrementar sus posibilidades laborales debido al incremento de plazas de empleo derivadas de las nuevas inversiones, recordando que más inversión es más empleo. Empresa y Estado son aliados, y juntos pueden unir fuerzas para recuperar la economía del país.
María Isabel Salvatierra