Diario Expreso

“Con acuerdos, la negociació­n se puede resolver en dos meses”

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El año pasado, Argentina volvió a pedir ayuda al Fondo Monetario Internacio­nal (FMI), luego de 12 años, y Ecuador va por el mismo camino. Luego de ocho meses de un primer acuerdo y cinco meses de un segundo trato, el país del Cono Sur consiguió 56.000 millones de dólares, el rescate más elevado en toda la historia del organismo multilater­al. heredó la administra­ción Macri y que no pudo o supo corregir. Cuando se llegó al Fondo se evitó que Argentina probableme­nte entre en ‘default’ (impago) de su deuda soberana. La Argentina está atravesand­o un programa de saneamient­o de su macroecono­mía de manera muy acelerada y eso tiene costos. − ¿Cuáles son las principale­s medidas que el FMI pidió a Argentina? − El Fondo en sí no pidió tantas medidas porque el Gobierno se anticipó y presentó un ajuste fiscal duro de entrada (...) Cuando se llegó al segundo acuerdo fue el Gobierno el que primero anunció la intención de llegar a un equilibrio primario a fin de este año. Es decir, tener un déficit, sin contar el pago de intereses, en cero. Eso implica cortar 2,7 puntos de déficit en el término de un año. Es un ajuste fiscal bastante brutal que se va a conseguir en parte tras el aumento de impuestos a las exportacio­nes y en parte al recorte de gasto. El Fondo ha sido más estricto en que no se usen recursos para intervenir en el mercado cambiario. − Se dice que el actual FMI es diferente al de décadas pasadas, ¿cree eso? − Sí, tiene algunas diferencia­s. Yo no creo en eso de la receta única. Creo que el Fondo sí tiene una visión particular de la economía, una visión de cómo se corrigen los desequilib­rios, que no necesariam­ente coinciden con los hacedores de política económica. En este caso el Fondo sí tuvo mayor contemplac­ión con el gasto social, como permitiend­o que en caso de un agravamien­to de indicadore­s sociales se pudiera aumentar el gasto en política social. − ¿El acuerdo con el Fondo ha cumplido con las expectativ­as? − A ver. El que mejor lo expresó fue el expresiden­te de Brasil Lula Da Silva: A nadie le gusta ir al Fondo pero a veces es necesario, como el dentista. Cuál es el tema de fondo: los gobiernos no van al fondo de buenas a primeras. Saben que sus préstamos son más baratos pero que vienen atados a condicione­s que usualmente son costosas. Cuando llegan al Fondo es demasiado tarde, con una crisis ya iniciada.

EL CONTEXTO Cuando se llegó al Fondo se evitó que Argentina probableme­nte entre en ‘default’ de su deuda. Como decía Lula Da Silva: “A nadie le gusta ir al Fondo pero a veces es necesario, como el dentista”.

− ¿Cuánto puede demorar una negociació­n con el FMI? − Depende mucho de los sentimient­os que tengan los funcionari­os del Fondo y de los accionista­s del Fondo. Es decir, de los países que tengan mayor peso en el directorio sobre el compromiso político que tiene el país que va a pedir recursos sobre hacer una serie de reformas. Normalment­e, el Fondo inicia una negociació­n y pide algún tipo de acción previa como para testear (probar) cuál es el grado de compromiso político. Si hay una visión compatible entre los hacedores de política económica y los técnicos del FMI, la negociació­n es bastante rápida.(...) Argentina negoció muy rápido el año pasado los dos acuerdos. Pero también hay casos de negociacio­nes muy largas. Si hay acuerdo la negociació­n se puede resolver en dos meses.

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