Depuración legislativa
La Asamblea Nacional ha destituido a tres de sus integrantes por diversos motivos. La última destitución de la asambleísta Ana Galarza provocó una lógica controversia al tratarse de una frontal crítica de la corrupción imperante en el gobierno anterior. Aquello explica la alegría del bloque legislativo cercano al expresidente Rafael Correa.
Amplios sectores ciudadanos consideran injusta esa destitución, si se considera las múltiples denuncias de corrupción en cuantías estimadas en miles de millones de dólares que no han merecido la debida preocupación de la Asamblea. La mayoría de la Comisión que analizó el caso no encontró infracciones a la ley orgánica de la función Legislativa; estableció errores administrativos que los reconoció la propia asambleísta, lo cual también lo señaló en una declaración la presidenta de la Asamblea. Sin duda en la política nacional prevalece el axioma de que “un político puede sacrificar un criterio jurídico por un interés político”, omitiendo que un jurista no puede sacrificar un criterio jurídico por un interés político.
Al parecer en el organismo encargado de expedir leyes existe escaso criterio jurídico y está muy lejos del decálogo del abogado del jurista uruguayo Couture: “Cuando la ley y la justicia se contraponen, hay que luchar por la justicia”. Hay varios asambleístas en similar situación.
Resultó poco ortodoxa la coincidencia en la votación de opositores y partidarios del gobierno. Eso vuelve difícil predecir lo que se decide en el organismo legislativo, que si tiene algo que depurar es el injustificable nombramiento de 4
Los asesores deben ser de la Asamblea y unos pocos de la Presidencia, eso contribuiría con la austeridad fiscal. La depuración implicaría, además, reducir los integrantes...’.
asesores por cada legislador, lo que genera “piponazgo” que induce a muchos “asesores” a dar parte de su sueldo en favor de quien le consigue el cargo. Los asesores deben ser de la Asamblea y unos pocos de la Presidencia, eso contribuiría con la austeridad fiscal.
La depuración implicaría, además, reducir los integrantes a no más de 100, reformar el sistema de adjudicación de escaños para que haya representatividad. Su actual forma de elección responde al deseo del anterior gobierno de controlar el poder Legislativo.