Artesanías con toque femenino en La Libertad
La actividad resalta la labor comunitaria y genera ingresos económicos a las familias ❚ Utilizan todo tipo de materia prima
Un grupo de mujeres, la mayoría de la tercera edad, utiliza todo tipo material como materia prima para transformarlo en hermosos objetos que venden en las afueras del centro comercial Buenaventura Moreno, en el cantón La Libertad.
Ellas se unieron hace más de dos décadas, cuando se inauguró esa zona comercial, una de las más populares de la urbe, que cuenta con una extensa plazoleta que desde entonces se ha convertido en el sitio de trabajo de las féminas.
Productos de bisutería hechos en semillas de árboles silvestres, tela, madera, hilo, nailon, acero, entre otros, se exhiben en pequeñas mesas colocadas de forma ordenada en el lugar, además se venden prendas de vestir para niños que se confeccionan en lana.
Los clientes pueden solicitar sus artesanías, según sus preferencias y es que las damas están prestas para elaborarlas en ese mismo momento. El costo varía de acuerdo con el material y tiempo que se emplee en cada uno de los pedidos.
Ana Vera Soriano es una anciana de manos habilidosas que confecciona pulseras, cadenas, aretes, cintillos y diademas, cuyos acabados tienen enorme acogida. Ella, con mucha paciencia, le da forma a cualquier producto que los compradores le solicitan.
El arte lo aprendió desde muy pequeña y cuando le dieron la oportunidad de unirse a sus demás compañeras en La Libertad, muy gustosa aceptó. “Recuerdo que pedían mujeres que deseen aprender manualidades, yo vine al curso y por mi experiencia me seleccionaron”, recordó Ana.
La actividad de Glenda le ha servido para ayudar en la educación de sus hijos. Recuerda que le tocó convencer a su esposo para que le permitiera trabajar en lo que más le gusta: la labor artesanal que nace de sus manos. Ella asegura que sus ancestros se dedicaban a trabajos similares.
A las artesanas, ni las lluvias, ni el fuerte sol les impide laborar, ya que se dan formas para cumplir con sus jornadas. Esto porque el sitio asignado para sus actividades está expuesto a las vicisitudes de los temporales.