¿Y después qué?
Sin duda, la meta de la educación escolarizada no es el entregar bachilleres, pues los tiempos hoy obligan a trabajar en el ser humano para dejarlo listo para la vida; por ello, el sistema educativo nacional no debe quedar contento con poner togas y birretes sino más bien buscar y empeñarse en una mejor preparación para esos bachilleres y sus capacidades.
De qué nos sirve graduar al año cientos de miles de bachilleres que no saben qué hacer ni a dónde ir, de qué nos sirve graduar a esas personas teóricamente preparadas para la universidad, si luego de ser apoyadas para los exámenes de ingreso y a veces de forma “non sancta” desertan y abandonan los estudios universitarios aún dentro del primer año por no sentirse capaces intelectual y académicamente para sostener el nuevo conocimiento científico.
La prueba Ser Bachiller como está concebida engaña a unos, porque les hace pensar que son más de lo que realmente son en cuanto a conocimientos y capacidades, y para otros resulta ser un cruel verdugo porque pese a tener los méritos, las notas y en más de un caso la vocación, les deja atrás simplemente por no alcanzar una cifra.
Las universidades estatales deben virar la página del modelo impuesto y generar modalidades de ingreso adicionales que confirmen una vocación, un desempeño, pues la academia requiere y necesita de la mejor gente para ser profesionalizada, independientemente
A la universidad debe ingresar el mejor preparado y el realmente vocacionado’.
de su origen, de su etnia, su posición económica o cualquier otro rasgo. A la universidad debe ingresar el mejor preparado y el realmente vocacionado.
Entender a la educación como una competencia entre lo público y lo privado le ha costado caro al país y nos ha llevado, a unos más a otros menos, a situaciones engañosas que en los casos particulares se traducen en dolor para muchos estudiantes que a lo mejor, habiendo gozado de una beca en un colegio particular y tenido vocación e inclinación específica para una carrera, no pueden ser considerados de primera mano para ingresar.
Educamos para ese “después”, graduamos bachilleres para que busquen ser mejores profesionales y sirvan a la vida.