En tres segundos cayó el búnker de Escobar
Colombia dinamitó el símbolo del poder del capo colombiano
Una detonación controlada derribó ayer el edificio Mónaco, antiguo fortín del fallecido capo Pablo Escobar en Medellín. Sobre sus ruinas, se levantará un monumento para recordar a las víctimas del narcoterrorismo que desangró a Colombia en las violentas décadas del 80 y 90 del siglo pasado.
A las 11:53 sonó una alarma y luego un estruendo. Tres segundos después, la antigua morada del exjefe del cartel de Medellín era escombros. Los bomberos lanzaron agua para contener la nube de polvo blanco provocada por la explosión.
Aunque un sector de la sociedad se oponía al derribo, el Gobierno lanzó una campaña para explicar que no se trataba de “borrar la historia” sino de “transformarla”.
En un espectáculo abierto a 1.600 personas, incluidas unas 300 víctimas y artistas como Juanes y Yuri Buenaventura, los ocho pisos del Mónaco cayeron al piso tras la detonación de 275 kilos de indugel.
“Los grandes referentes que tienen que conocer nuestros niños (...) son quienes representaban los valores y no los antivalores”, dijo Federico Gutiérrez, alcalde de Medellín.
Veinticinco años después de la muerte de Escobar a manos de la policía, el esqueleto maltrecho de su antiguo hogar seguía siendo parada obligatoria de recorridos turísticos.