Deben pagar
Hace pocos días, luego de hacerse públicos los audios del exejecutivo de Odebrecht, volvió a la palestra el tema de los sobornos pagados por esta compañía para la consecución de contratos de obra pública en el país. Que se realizaron pagos es un hecho. La justicia deberá determinar quiénes fueron los beneficiarios y puntualmente qué condiciones favorables otorgaron. Es absolutamente clave establecer cuáles fueron las condiciones beneficiosas que obtuvo esa compañía para ganar contratos públicos, pues aquella es la base para iniciar acciones de resarcimiento para el Estado ecuatoriano. Acá no cabe establecer como perjuicio irrogado al Estado el valor de los sobornos, que según la investigación que llevó a cabo el Departamento de Justicia de EE. UU. alcanzó $33,5 millones, pues aquello fue simplemente la “inversión” que hizo un competidor para hacerse ilegalmente de los beneficios de contratos por aproximadamente $4.409 millones, según la Contraloría.
El acto del soborno tiene una connotación adicional: la destrucción de las posibilidades de los demás competidores en buena lid para alcanzar la adjudicación de obras, y por tanto la destrucción del mercado y de la fe pública. Claramente el artículo 11 de la Ley Orgánica de Regulación y Poder de Mercado, en su numeral 20, establece como proscritas “aquellas conductas que impidan o dificulten el acceso o permanencia de competidores actuales o potenciales en el
¿Cómo puede competir otra empresa si uno de los competidores tiene comprados a quienes deciden sobre la adjudicación de las obras?’.
mercado por razones diferentes a la eficiencia económica”. ¿Cómo puede competir otra empresa si uno de los competidores tiene comprados a quienes deciden sobre la adjudicación de las obras? No existe evidencia, por lo menos hasta ahora, de prácticas colusorias entre competidores, como las que se han presentado en Perú, lo cual sería peor aún, más allá de extrañarme el porqué los otros competidores en nuestro país no han presentado demandas por competencia desleal.
Un acuerdo con el FMI nos exigirá sacrificios a todos. Pues bien, que nuestras autoridades logren el pago de Odebrecht por haber dañado la fe pública y haber vulnerado las normas de competencia. Deben pagar.